Científicos de Estados Unidos analizaron la evolución de los piojos que parasitan mamíferos, entre ellos los humanos, y descubrieron que tuvieron una evolución en paralelo. Los especialistas consideran que el primer piojo fue huésped de las aves hace millones de años y luego saltó a otras especias, mientras sus modificaciones le permitieron adaptarse para asociarse a más animales.
El estudio, publicado en la revista Nature Ecology and Evolution, como “La filogenómica revela el origen de los piojos de los mamíferos en Afrotheria”, comparó los genomas y los árboles genealógicos de los piojos y sus huéspedes mamíferos. El trabajo reveló que los dos sistemas genéticos comparten muchas ramas paralelas. Esos puntos de ramificación, donde un grupo de mamíferos comenzó a diferenciarse en nuevas formas, a menudo se reflejaron en los genomas de los piojos que parasitaron a esos mamíferos, informaron los investigadores.
De esta forma, el escenario para su coevolución ofreció más oportunidades para que los piojos se propaguen a otros mamíferos.
“En este artículo, utilizamos datos de la secuenciación del genoma para mostrar que un importante grupo recientemente reconocido de piojos de mamíferos, incluidos los piojos de los humanos, se originó en el ancestro común de Afrotheria, un grupo de mamíferos principalmente de distribución africana que incluye elefantes, damanes y musarañas elefante, entre otros”, dijo Kevin P. Johnson, científico investigador principal y ornitólogo de la Encuesta de Historia Natural de Illinois, quien dirigió el estudio junto a Jorge Doña, investigador postdoctoral Marie Curie en la Universidad de Illinois Urbana-Champaign y la Universidad de Granada, España. “Estos piojos luego colonizaron otros grupos importantes de mamíferos a través del proceso de cambio de huésped”, agregó el experto.
Existen dos tipos de piojos: los chupadores, que perforan la piel para alimentarse de la sangre de sus anfitriones y los masticadores que, como su nombre lo indica, mastican la piel o las secreciones del individuo que parasita, explicó Johnson. Si bien ambos se alimentan de mamíferos, los primeros son exclusivos de los mamíferos.
A su vez, los investigadores explicaron que estudios genómicos recientes detectaron que los piojos chupadores están relacionados con dos tipos de masticadores que también se hospedan en mamíferos y “cada uno de los grupos principales dentro de este linaje recién identificado ocurre en, al menos, un miembro de Afrotheria”, escribieron. Los Afrotheria son un antiguo linaje de mamíferos que incluye elefantes, musarañas elefante, damanes, topos dorados, osos hormigueros y otros.
De acuerdo con los resultados del estudio, las especies de Afrotheria eran los mamíferos anfitriones originales de los piojos. Johnson y Doña ampliaron el muestreo genómico de piojos de mamíferos para incluir más piojos asociados con Afrotheria y compararon la historia evolutiva de los mamíferos y sus piojos. Específicamente, incluyeron piojos de musarañas elefante y damanes.
Según los expertos, los parásitos de los elefantes, los damanes y las musarañas elefante eran los más antiguos en el grupo de piojos masticadores y chupadores que se alimentaban de mamíferos. “Esto muestra que estos piojos de mamíferos comenzaron en este extraño grupo de mamíferos africanos y cambiaron a otros mamíferos después de eso”, explicó Johnson.
El científico definió como muy raro el cambio que hicieron los piojos de las aves a los mamíferos. El equipo liderado por Johnson y Doña halló evidencia de que este salto se produjo en contadas ocasiones, por ejemplo, en lémures de Madagascar, roedores sudamericanos y algunos marsupiales. Pero una vez que los piojos aprendieron a alimentarse de los mamíferos, su capacidad de supervivencia se amplió y lograron saltar más fácilmente de una especie de mamífero a otra y probablemente tuvieron más oportunidades para hacerlo. Y a medida que ciertos grupos de mamíferos se separaron, por ejemplo, geográficamente, también lo hicieron sus piojos, encontró el análisis.
Los expertos admitieron que aún en necesario más trabajo para rastrear la historia evolutiva de los piojos y sus anfitriones. Johnson estimó que los piojos probablemente datan de 90 a 100 millones de años y es posible que hayan parasitado dinosaurios o aves por primera vez.
“Y luego, después de que los dinosaurios se extinguieron hace aproximadamente 65 millones de años y las aves y los mamíferos realmente se diversificaron, los piojos también comenzaron a saltar a nuevos huéspedes y a diversificarse”, dijo.