La flota china de pescadores que depredan mares volvió a instalarse frente a las islas Galápagos

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Una enorme flota de pesqueros chinos vuelve a acechar a las islas Galápagos. La iniciativa Más Galápagos, dedicada a la protección y conservación de la reserva marina del archipiélago, denunció este martes que el primer pesquero industrial chino de nombre Shun Xing 18 se instaló en el sur de las islas.

“Pedimos acciones concretas para garantizar que no ingresen a la zona económica exclusiva insular”, solicitó la agrupación en sus redes sociales, en las que además mencionaron al presidente de Ecuador, Guillermo Lasso.

Eliecer Cruz, vocero de Más Galápagos, indicó que Global Fish Watch (Vigilancia mundial de pesca) está monitoreando el trayecto de las embarcaciones chinas, que en este momento se encuentran en aguas internacionales.

“El grueso de la flota está a unos 400 kilómetros al oeste del archipiélago, está bastante lejos todavía, pero como opera esta flota es que mandan uno o dos barcos adelante y una vez que encuentran los bancos de calamar llaman al resto y se acerca toda la flota”, señaló Cruz.

“Las autoridades tienen un arduo trabajo, nosotros vamos a seguir monitoreando el recorrido de estas embarcaciones”, agregó.

Gustavo Manrique, ministro de Ambiente, indicó que la flota se encuentra fuera de las 200 millas de aguas ecuatorianas. Advirtió, asimismo, que en caso de que haya transgresión en la zona económica del país, habrá sanciones.

“Tenemos los protocolos, los barcos de desplazamiento rápido, tenemos un convenio con el Gobierno de Canadá, que es para encontrar cuando quieren apagar los equipos de navegación para que no sean controlados, esto está hace un mes que se lo adquirió, todo está bajo control para que esos barcos no entren”, aseguró el funcionario ecuatoriano.

Apuntó, además, que el Gobierno monitorea la situación en las aguas del país desde el primer día: “Hemos estado trabajando desde el primer día con el Ministerio de Defensa, con la Secretaría de Comunicación, Cancillería, Ministerio de Producción en los monitoreos, con los temas satelitales, inclusive temas aéreos, que garantizan que esos barcos no van a entrar a territorio ecuatoriano”.

Cruz recordó que el año pasado se reportó la presencia de una flota china con hasta 300 embarcaciones. En ese sentido, pidió a la cancillería y a la Armada Nacional redoblar esfuerzos para evitar que los pesqueros chinos ingresen a la zona económica del país.

En agosto de 2020, la Marina de Ecuador denunció que 149 de unos 325 buques, en su mayoría de bandera china, habían apagado su sistema de rastreo y comunicación satelitales para evitar el seguimiento de sus actividades de pesca alrededor del archipiélago, violando así los acuerdos mundiales de la actividad pesquera (OROP).

El ex canciller ecuatoriano, Luis Gallegos, informó que la flota pesquera extranjera, de origen predominantemente chino, se había desplazado desde la Zona Económica Exclusiva que envuelve a las Islas Galápagos hacia el norte del Perú.

Tras las acusaciones, la embajada china en Ecuador aseguró que sus barcos cumplen “estrictamente” las medidas de conservación y negó que haya habido algún barco chino dedicándose a la pesca ilegal.

Sin embargo, las constantes maniobras de las flotas chinas han puesto en el centro de la polémica al régimen de Xi Jinping.

“El tamaño y la agresividad de esta flota contra las especies marinas es una gran amenaza para el equilibrio de especies en las Galápagos”, dijo en ese entonces la ex ministra de Medio Ambiente, Yolanda Kakabadse.

Galápagos -Patrimonio de la Humanidad, de acuerdo a las Naciones Unidas-, que cuenta con uno de los ecosistemas más ricos en biodiversidad del planeta, está en peligro. “Mientras vamos en los cruceros hemos visto que en la playas de lugares remotos existen bastante botellas chinas”, remarcó Natali Constante, una guía de la isla. También contó a medios locales que incluso los tiburones -muchos de los cuales son monitoreados por GPS- “se están yendo cada vez más lejos”.

“Luego de haber agotado las poblaciones de peces en aguas nacionales y alentadas por los subsidios, las flotas pesqueras de aguas distantes de China han estado viajando cada vez más lejos, y sus empresas han estado construyendo más y más embarcaciones para satisfacer la creciente demanda de productos del mar”, explicó a Voice of America Miren Gutiérrez, investigadora asociada del Overseas Development Institute (ODI), con sede en Londres. Ese instituto contabilizó unos 17 mil buques chinos pescando alrededor del mundo.

Hacia fines de abril del año pasado, Prefectura de Argentina también debió actuar ante la movilización de buques chinos que estaban depredando el fondo marino argentino.

El régimen chino anunció en las últimas horas que prohibirá temporalmente a su flota pesquera, la mayor del mundo, capturar calamares en algunas partes del Pacífico y del Atlántico donde la sobrepesca llevó a esas poblaciones al borde del colapso.

China captura hasta el 70% de los calamares del mundo y sus barcos llegan hasta África Occidental y América Latina para saciar el apetito por el marisco en el país.

Pero los buques chinos suspenderán sus operaciones en las principales zonas de desove del calamar en el Atlántico suroccidental, cerca de Argentina, desde el jueves hasta el 30 de septiembre, y en partes del Pacífico desde septiembre hasta noviembre, anunció el Ministerio de Agricultura. La prohibición se produce a raíz de la reacción internacional contra la gigantesca flota china de ultramar, acusada de sobreexplotar y dañar los frágiles ecosistemas marinos.

Las zonas cubiertas por la moratoria son zonas de cría de dos de las variedades de calamar más populares: el calamar de aleta corta argentino y el calamar de Humboldt.

Las poblaciones del calamar de aleta corta argentino fueron bajas en los últimos años. El promedio de capturas de los buques chinos en el Atlántico suroccidental fue de solo 50 toneladas en 2019, en comparación con hasta 2.000 toneladas anteriormente, según la asociación de pesca de calamar de China.

“China es el mayor consumidor de calamar del mundo y la captura que se está agotando ha dejado a los responsables preocupados”, manifestó Zhou Wei, un conservacionista del ecosistema marino en Greenpeace China. Y agregó: “Garantizar un suministro estable de marisco es importante para asegurar la seguridad alimentaria”.

La flota pesquera de aguas lejanas de China cuenta con más de 2.600 buques, más de diez veces la de Estados Unidos. Casi un tercio se dedica a la pesca del calamar.

“Una prohibición de la pesca del calamar –incluso temporal– por parte de China es fundamental para la salud del océano, dado el gran tamaño de las capturas”, dijo Zhang Jihong, un biólogo marino del Instituto de Investigación Pesquera del Mar Amarillo de China.

La industria pesquera china da trabajo a más de 14 millones de personas, y otros 30 millones dependen del pescado para su subsistencia. Pero a medida que se agotan las poblaciones en su país, los pescadores chinos navegan más lejos y se vieron envueltos en disputas marítimas.

La pesca ilegal constituye la sexta economía criminal más lucrativa a nivel global, con ingresos estimados de USD 15 a 36 mil millones, según un informe de 2017 realizado por Global Financial Integrity. La flota pesquera china, con cerca de 17.000 barcos, de lejos la más grande del mundo, es protagonista de este problema, y China aparece como el país con la peor calificación en pesca ilegal en un informe de Global Initiative de 2019.

Aunque era un problema de larga data, la flota pesquera china se convirtió en una preocupación particular después de 2016. Desde entonces, ha motivado serias alertas anuales en Ecuador, Perú, Chile y Argentina. Solo en Chile, la pesca ilegal representa un costo estimado anual de USD 300 millones para el país, según el informe de AthenaLab de 2020. En Ecuador, las preocupaciones ambientales se han hecho inminentes después de 2017, tras el caso del Fu Yuan Yu Leng 999, embarcación interceptada dentro de la Reserva Marina de Galápagos, protegida por la UNESCO, con más de 300 toneladas de tiburones a bordo, entre los que se contaban peces martillo, una especie en vía de extinción.

El año pasado, ante las crecientes maniobras de las flotas chinas, la Guardia Costera de Estados Unidos movilizó la nave USCGC Bertholf para apoyar las patrullas de la Marina ecuatoriana alrededor de la ZEE. En ese entonces, el almirante estadounidense Karl Schultz, comandante de la Guardia Costera, sostuvo que la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada se ha convertido en la mayor prioridad para la seguridad marítima, por encima de la lucha antinarcóticos y contra la piratería.

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