La tortuga verde marina es un reptil de gran tamaño que se encuentra protegida en casi todo el mundo. Su estado de conservación está categorizado como ‘amenazado’. De hecho es ilegal capturar, dañar o matar a este animal.
La población se localiza a lo largo y ancho del océano Atlántico, pero las mayores poblaciones de esta especie se concentran en el Caribe y en la costa este del continente americano.
Salen a la superficie para anidar pero la mayor parte del tiempo se encuentran en aguas costeras. En cuanto a su reproducción, este animal puede poner hasta 200 huevos cada vez, que eclosionan pasados entre 45 y 75 meses.
La principal amenaza a la que se enfrenta la tortuga verde es el hombre. Este reptil es cazado por su carne y los huevos son robados para usarlos como alimento, lo que impide el nacimiento de nuevos ejemplares.
El hombre también está propiciando la pérdida de su hábitat natural con la construcción de zonas de ocio y recreo, lo que desplaza a las tortugas a zonas menos idóneas para vivir y terminan falleciendo. Además, la pesca es otro de sus enemigos ya que, en numerosas ocasiones, quedan atrapadas en las redes de pesca y terminan muriendo por ahogamiento.