Tras la entrada en vigor de una nueva ley en Francia para proteger a los cetáceos del tráfico marítimo, WWF recuerda que cada año mueren hasta 40 cetáceos como consecuencia de las colisiones con buques en el mar Mediterráneo.
La organización pide a los barcos españoles que adopten también estos sistemas para detectar cetáceos en zonas con una mayor incidencia de este grave problema.
Asimismo, reclama al gobierno que extienda la protección de los cetáceos, en aguas españolas, al noroeste del Mediterráneo, un área donde el tráfico marítimo es especialmente intenso.
La colisión con barcos es la causa de la muerte de la mitad de los rorcuales comunes que aparecen varados en el Mediterráneo.
Las zonas de alto riesgo combinan un intenso tráfico marítimo y una presencia continua de cetáceos. Con una tasa de crecimiento de entre el 3 y el 4 por ciento anual, el tráfico marítimo en el Mediterráneo casi se ha duplicado desde 2002 y, según las previsiones, seguirá creciendo.