Tras conocerse los resultados del análisis toxicológico, autoridades provinciales y municipales de Viedma confirmaron hoy que la mortandad de loros barranqueros en la zona de El Cóndor se dio por una baja disponibilidad de alimentos y descartaron que exista algún tipo de intoxicación. Se trabajará en conjunto para revertir la situación.
En conferencia de prensa, la secretaria de Ambiente, Desarrollo Sustentable y Cambio Climático de Río Negro, Dina Migani, destacó que esta situación es “el resultado de nuestro accionar como seres humanos”, y agregó que el desarrollo sin cuidados ambientales “ha producido pérdida de biodiversidad, cambio de hábitat y consecuencias en el cambio climático”.
“Tenemos que cuidar nuestro hábitat, y el de las demás especies para evitar que se extingan. Tenemos que producir el desarrollo, pero tiene que ser conservando la biodiversidad. Esto se llama sustentabilidad, que es lo que tenemos que mantener durante todo nuestro accionar”, enfatizó la funcionaria.
El subsecretario de Biodiversidad y Cambio Climático, Federico Hollmann, explicó que, según la investigación llevada adelante, la hipótesis que toma fuerza es la falta de alimento de monte. Indicó que la tasa de mortalidad de ejemplares viene en constante disminución y exhibió los datos del informe.
Para accionar de manera inmediata ante la falta de alimentación, el Municipio de Viedma llevará adelante un plan masivo de reforestación y repoblación de especies autóctonas de monte en rotondas de la periferia de Viedma, el balneario El Cóndor y líneas de monte en la zona desde La Lobería hasta Viedma.
“La evidencia científica nos interpela a tomar acciones inmediatamente, porque es la incidencia del ser humano y el avance desmedido para con el ambiente una de las causas principales de la situación que estamos atravesando”, explicó el secretario de Servicios, Espacio Público y Ambiente de Viedma, Gastón Gutiérrez.
Se resaltó la importancia de evitar el contacto con los ejemplares, ya que pueden transmitir enfermedades de gravedad como la psitacosis, con sintomatología similar a la producida por el COVID-19, dificultando aún más el marco de pandemia que se atraviesa.
La investigación
Durante la conferencia, Hollmann presentó los resultados del trabajo de investigación llevado adelanto, en conjunto y articulado con el grupo de científicos que encabeza el doctor Juan Masello, quien hace más de 20 años trabaja con la colonia de loros barranqueros ubicada en el balneario.
Luego de las distintas hipótesis planteadas (causas tóxicas, efecto del fenómeno climático “La Niña”, baja disponibilidad de lluvias y falta de alimento), se procedió a realizar un análisis toxicológico. “Este muestreo tiene un esfuerzo único, se realizó de manera diaria, se trazaron caminos en los que, en determinados horarios, se recorrían y se levantaban a los ejemplares recién muertos”, explicó Hollmann.
En las necropsias realizadas a los animales se tomaron muestras de diversos órganos en ejemplares jóvenes y adultos. Se determinó la ausencia de productos químicos, especialmente de cipermetrina, un producto que se utiliza para la fumigación de mosquitos y que había generado inquietudes en la comunidad.
Con las muestras de otros órganos continuará el proceso de análisis para determinar cualquier otra causa de origen bacteriano o parasitario. “Cada uno de los ejemplares que fue tomado como muestra fue pesado y evaluado, se verificó un muy bajo peso en cada ejemplar, y además se pudo constatar la falta de cualquier acumulo de grasa y falta de masa muscular”, explicó el funcionario, reforzando la hipótesis de falta de alimento.
Explicó que estos ejemplares por miles de años se han alimentado de brotes y semillas del monte, elementos que hoy no encuentran. Explicó que, si bien es cierto que comen maíz en la zona de chacras, hoy el grano está lechoso y no se encuentra disponible como alimento.
