La elefante era la madre de Guillermina. Ambas habĆan sido trasladadas a un santuario en Brasil en el mes de mayo. El dolor de los especialistas tras la pĆ©rdida de la elefante de 56 aƱos.
La elefante muriĆ³ en el vecino paĆs en las Ćŗltimas horas, segĆŗn confirmaron desde el Global Sanctuary for Elephants. En un extenso comunicado expresaron dolor por la muerte de la elefante que estaba en ese paĆs desde mayo.
“Con gran pesar anunciamos esta maƱana que Pocha falleciĆ³ anoche. Aunque aĆŗn no sabemos la causa de la muerte, pronto se harĆ” una necropsia para ayudarnos a determinar quĆ© pasĆ³, aunque puede que no tengamos resultados de inmediato”, dijeron desde el Santuario.
“Mientras Pocha estaba en Mendoza vimos, en ocasiones, pequeƱas seƱales que nos hicieron preocupar que tenĆa problemas de salud subyacentes, pero nunca se diagnosticĆ³ nada. Cuando ella y Guillermina llegaron aquĆ al Santuario de Elefantes Brasil, habĆa tenido un ejemplo en el que se cansĆ³ y era un poco mĆ”s lento para comer pero, despuĆ©s de una inyecciĆ³n multivitamĆnica, mejorĆ³. Hace unos dĆas, nos dimos cuenta de que era exigente con su heno, aunque todavĆa estaba pastando y disfrutando de todos los productos que le dieron. DespuĆ©s de una inyecciĆ³n de vitaminas anoche, parecĆa mĆ”s brillante y, aunque todavĆa cansada, tenĆa mĆ”s luz en sus ojos. Sin embargo, cuando volvimos a ver cĆ³mo estaba mĆ”s tarde por la noche, descubrimos que habĆa fallecido”, manifestaron.
It is with heavy hearts that we announce that Pocha passed away last evening. To read more about this loss, the life of Pocha, and how the other sanctuary residents are doing, please read the blog – https://t.co/IYPIZs8s3w pic.twitter.com/q21MoVur8x
— Global Sanctuary for Elephants (@GlobalElephants) October 7, 2022
“Guillermina, que estaba compartiendo los patios cerca del granero con su madre, dio largos estruendos para llamar a sus amigos – y podĆas oĆrlos retumbar hacia ella. Una vez que abrimos las puertas para que las otras chicas entren, Bambi, Mara y Rana estaban allĆ esperando estar con Guille. Rana se acercĆ³ a Pocha con Guillermina por unos minutos y luego volviĆ³ con los otros. A continuaciĆ³n, Bambi se acercĆ³, pero se mantuvo a distancia, con los ojos abiertos y mirando preocupado. DespuĆ©s de que Bambi regresara con las otras chicas, Mara vino y se quedĆ³ con Guille y Pocha. DespuĆ©s de eso, una a una, las otras chicas regresaron, esta vez Bambi retrocediendo a Pocha, oliĆ©ndola y acariciando su cara. Justo despuĆ©s de la medianoche, todos estuvieron parados en diferentes lados de Pocha, tranquilos y relajados, teniendo uno de esos momentos de elefante que solo ellos entienden. Poco antes de las 4 am, Maia tambiĆ©n vino a estar con Guillermina”, aƱadieron en el extenso comunicado.
“Como va llegando a entender lo que le ha pasado a Pocha, Guillermina ha sido muy gentil con su madre. La toca y la huele y la acaricia con su tronco, pareciendo sentir que su madre ya no es de esta tierra. Aunque Guille no se parĆ³ completamente sobre el cuerpo de su madre (lo que a veces hacen los elefantes), ella maniobra muy suavemente sus pies sobre las patas delanteras de Pocha y se quedĆ³ allĆ por un tiempo”, agregaron los especialistas.
“Aunque este es un momento difĆcil y puede ser difĆcil procesar tal pĆ©rdida, tenemos gratitud hacia Pocha por el amor y la estabilidad que pudo brindar a Guillermina durante 24 aƱos. Una vez que los dos estuvieron en el santuario, fue capaz de ver a su hija experimentar verdadera alegrĆa y comenzar a construir relaciones con otros elefantes, algo que podrĆa haber sido sĆ³lo un sueƱo para Pocha. Hubo momentos en los que se veĆa a Pocha viendo a Guille con los otros elefantes, y ella tenĆa la mirada mĆ”s brillante en su rostro”, informaron.
“TambiĆ©n tenemos una gran sensaciĆ³n de alivio que ambos hicieron el viaje al santuario antes de la muerte de Pocha, para que Guillermina no estĆ© procesando su dolor sola; ahora tiene otros elefantes a los que recurrir. Tal vez Pocha tenĆa la sensaciĆ³n de que su tiempo en el santuario era corto y animĆ³ a Guille a diversificarse, disfrutar de la vida con amigos, explorar la naturaleza, y realmente descubrir lo que la vida como elefante estĆ” destinada a ser. En unos pocos meses, fue capaz de recordar que el mundo era algo mĆ”s que un muro de concreto frente a ella. En realidad, la vida podrĆa ser grande y hermosa y llena de oportunidades – y tambiĆ©n fue capaz de dar esa gran vida a su hija con amor y un sentido de inmenso orgullo”, concluyeron.