El Macá Tobiano es un zambullidor endémico de la Patagonia austral, que, por habitar remotas lagunas de altura en las mesetas de la provincia de Santa Cruz, fue descubierto por la ciencia recién en 1974. Sólo 25 años después de su descubrimiento, la extinción definitiva de la especie se avecinaba a una velocidad aterradora.
Gracias al trabajo en conjunto de biólogos y conservacionistas las principales amenazas que estaban poniendo en jaque al Macá Tobiano fueron controladas, y las 400 parejas que sobreviven se reprodujeron exitosamente durante la última década.
La población logró volver a crecer a un ritmo cercano al 3% anual hasta el año 2018. Esto fue logrado gracias al trabajo liderado por las ONG Aves Argentinas, Ambiente Sur y por investigadores del CONICET, con el apoyo de numerosas instituciones internacionales como BirdLife International, ICF Canadá, Zoological Society of London, NERC-LATAM y empresas como Toyota MC, Toyota SA, Pan American Energy, Patagonia Inc. y Nippon Car, entre otras.
Sin embargo, pese a todos los esfuerzos, el Macá Tobiano aún enfrenta grandes amenazas de amplio alcance. Una de las principales es el cambio climático, que, junto a la introducción de la trucha arcoíris en las lagunas de las mesetas, ha reducido la disponibilidad de ambientes acuáticos aptos en los que el Macá Tobiano puede construir sus nidos y reproducirse.
El principal impacto de estos factores de amenaza es sobre la vinagrilla, la única planta acuática de las lagunas de altura. Esta planta es la que utilizan los macaes para construir sus nidos flotantes y generar sus colonias reproductivas. Debido a las transformaciones de las lagunas, la vinagrilla dejó de florecer los últimos tres años y en las pocas lagunas en que floreció y en las que los macaes lograron armar sus nidos, fuertes tormentas de viento los arrastraron y destruyeron.
En los últimos tres años ninguna colonia fue exitosa, y consecuentemente no hubo ningún pichón de Macá Tobiano.
El equipo del Proyecto Macá Tobiano-Programa Patagonia, viene trabajando hace ya 10 años para restaurar las lagunas, removiendo truchas para que la vinagrilla pueda volver a crecer. Este año, además, gracias al trabajo conjunto y al compromiso de pescadores deportivos de Jurassic Lake Lodge, el equipo diseñó e instaló 20 plataformas flotantes en la Estancia Lago Strobel de la familia Rodríguez. Estas plataformas están ancladas al fondo de las lagunas para evitar que sean desplazadas por el viento y fueron cubiertas de vinagrilla natural, para que los macaes puedan armar sus nidos.
Los macaes aceptaron rápidamente plataformas, con comportamientos reproductivos típicos de una colonia natural, suben y bajan, danzan a su alrededor, copulan, agregan vinagrilla y la acomodan en los diferentes sectores de las plataformas. Todo este ajetreo esperanza al equipo del Programa Patagonia que espera que pronto se puedan ver los primeros huevos en los nidos sobre las plataformas artificiales.
El trabajo se apoya en el ya establecido programa de Guardianes de Colonia, con técnicos profesionales que monitorean 24/7 estas nuevas colonias artificiales para protegerlas de los potenciales ataques de Gaviotas Cocineras y otros factores que pueden provocar la pérdida de nidos, como puede ser la competencia con otras especies acuáticas.