Por la bajante del río Paraná y las quemas, cada vez más animales silvestres se refugian en áreas urbanas

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En este último tiempo y cada vez con más frecuencia aparecen animales silvestres en zonas urbanas. La semana pasada un aguará guazú fue hallado muerto a la vera de la ruta nacional 168, en estos días se viralizó un video de un carpincho en el Parque del Sur y el último caso se conoció con la presencia de un ciervo axis en pleno centro de la ciudad de Santo Tomé.

Cristian Walker, coordinador de Proyectos de Conservación en Fundación Hábitat y Desarrollo, y miembro de Proyecto Chaco Santafesino, analizó esta problemática que atraviesa la fauna regional ante la intervención humana en sus hábitats naturales.

“Es importante destacar que no hay trabajos metodológicos realizados para determinar que se ven más o menos animales silvestres deambulando por zonas urbanas o peri-urbanas”, aclaró Walker y destacó: “De todas maneras, sí es cierto que en los últimos años se ha hecho recurrente la circulación, en redes sociales y medios de información, de casos de especies silvestres como el aguará guazú o el ciervo axis, entre otras”.

Acerca de los factores que pueden atribuirse a este cambio de actitud de los animales, el especialista mencionó que si bien hay muchas variables que pueden responder a ello (mayor interés por parte de la sociedad “efecto pandemia”; mayor facilidad para registrar y difundir estos eventos “era digital”, entre otros), “desde hace al menos unos 3 años se dieron condiciones importantes, fundamentalmente en nuestra región, para favorecer la ocurrencia de estos eventos”.

Quemas y bajante

El coordinador de Proyectos de Conservación en Fundación Hábitat y Desarrollo sostuvo que las condiciones que propiciaron estos episodios son: “La bajante extraordinaria del sistema Paraná y su permanencia en aguas bajas ha permitido que los animales con mayor tendencia al desplazamiento dispongan de territorio para hacerlo; la disminución de actividad antrópica durante la pandemia y su cuarentena asociada, lo que puede haber permitido que algunos individuos de determinadas especies se acerquen más a las áreas urbanizadas; y el gran impacto de las quemas en zonas de islas y continente, lo que ha forzado a muchos animales a tener que moverse de los ambientes naturales en busca de sitios dónde refugiarse o establecerse, lo que en muchas ocasiones los termina poniendo en una nueva situación de riesgo al entrar en conflicto con el hombre o con animales domésticos (fundamentalmente perros) que los van `arreando´ de un lado a otro”.

Al ser consultado sobre si estos animales al verse amenazados por las condiciones del ambiente sufren algún tipo de desorientación o estrés y por eso llegan hasta las áreas urbanas, Walker indicó que “si bien muchas de estas especies han evolucionado en ambientes modelados por el fuego, la recurrencia de estos eventos en nuestra región puede ser un factor determinante por la situación de estrés que atraviesan los animales, la que se ve agravada cuando entran en conflicto con el hombre o con los perros”.

Ciervo en “Santoto”

El ciervo axis que apareció en el centro santotomesino presentaba heridas en una de sus patas traseras y en la boca, producto de algún ataque de otro animal o alguna persona que quiso capturarlo, dato que sustenta lo que mencionó el especialista.

“Es un animal muy plástico en cuanto al uso del hábitat. Trata de evitar montes densos o selva, pero esos ambientes ya prácticamente no existen en nuestra región. Por lo tanto, los bosques abiertos y los pastizales, así como los ambientes de islas, constituyen hábitats óptimos para el ciervo axis. Incluso pueden cruzar ríos como el Paraná o el Uruguay. En la provincia vecina de Entre Ríos, se han visto tropas compuestas por cientos de ejemplares”, remarcó Walker.

Es importante recordar que “estamos hablando de una especie originaria de la India llegada a la Argentina a principios del siglo pasado; los Patricios liberaban a estos animales en sus tierras, para embellecer sus estancias o para practicar la cacería. Posteriormente, la especie fue muy difundida como trofeo de caza en cotos”, agregó.

El ejemplar rescatado este miércoles por la sección ecológica de la zona Centro Norte de la Policía Comunitaria, fue trasladado a la Granja La Esmeralda de la ciudad de Santa Fe para que se recupere de sus heridas.

Especies más perjudicadas y en peligro
Las quemas de pastizales de manera más directa perjudican a aquellas especies acuáticas que nidifican en la orilla de los cuerpos de agua, las cuales, “según la estación en la que se produzca el incendio, podrían perder camadas completas de huevos (por ejemplo la tortuga Phrynops hilarii o el yacaré overo Caiman latirostris)”, detallaba Laura Sánchez, Dr. en Ciencias Biológicas, perteneciente a la Facultad de Ciencia y Tecnología (Universidad Autónoma de Entre Ríos) y la Facultad de Ciencias Agropecuarias (UNER) en una nota con este medio.

Sánchez explicaba que si los focos alcanzan una alta intensidad se pueden llegar a quemar íntegramente las capas superiores del suelo, generando un impacto importante sobre la fauna de suelo (mamíferos, reptiles y anfibios), en muchos casos no sólo por la quema directa sino también por acción del calor.

Entre los mamíferos que habitan en las islas y que su especie está en peligro, la Dr. en Ciencias Biológicas nombró al ciervo de los pantanos (Blastocerus dichotomus), el cual se halla en la categoría “Vulnerable” y al lobito de río (Lontra longicaudis) considerado “Casi amenazado”, según la Sociedad Argentina para el Estudio de los Mamíferos. En la zona isleña también se puede encuentra el puma (Puma concolor) categorizado como de “Preocupación menor”.

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