Ojos más grandes y un mayor campo de visión. Los felinos tienen un sentido de la vista excelente, incluso de noche y además detrás de su retina guardan un secreto que aumenta alrededor de un 40% la eficiencia de su visión en la oscuridad.
Se trata de una capa de tejidos conocida como tapetum lucidum, una estructura reflectante que funciona como un espejo, reflejando el más tenue haz de luz hasta las células fotosensibles de sus ojos. Esto explica que los gatos se puedan mover por casa en plena noche sin chocar con los muebles.
Sus ojos en la oscuridad resultan bastante inquietantes, porque parece que brillan con luz propia, aunque en realidad sólo reflejan la que les llega.
Felinos: una visión adaptada
Las pupilas rasgadas características de los felinos son otra adaptación a la visión nocturna.
En los humanos, la pupila es un agujero circular y solo se puede dilatar hasta cierto punto. La de los felinos se puede abrir hasta ocupar casi todo su ojo. Si a este extraordinario sentido se le suma un pelaje oscuro, no hay presa que los pueda detectar a tiempo.