Suni era uno de los pocos rinocerontes blancos del norte que quedaban en el mundo, pero fue encontrado sin vida por guardias de un parque de Kenya. Así es como empieza la cuenta atrás. Hoy solo quedan seis, todos en cautiverio. No se sabe de ningún ejemplar que quede suelto en vida silvestre.
El problema es que Suni era uno de los dos únicos machos reproductores que quedaban vivos, según informó Ol Pejeta Conservancy en un comunicado. Ahora solo queda un macho y dos hembras que pueden reproducir.
Otro de los problemas es que los rinocerontes blancos del norte no se reproducen demasiado. Cuando Suni fue apareado con la hembra Najin en abril de 2012, era su primera vez en diez años.