La playa de Ramsgate, en el condado de Kent (Reino Unido), amaneció completamente estrellada el pasado sábado. La ola de frío que azotó la semana pasada las islas británicas, y gran parte del continene europeo, provocó que miles de estrellas de mar, erizos, varios tipos de crustáceos, almejas, anémonas y briozoos —pequeños “animales musgo” que se alimentan de minúsculos organismos marinos— murieran a causa de las bajas temperaturas. La corriente los arrastró hasta la playa de esta localidad británica situada al sur del país. Algunos vecinos han compartido en las redes sociales fotografías es las que se ve la orilla cubierta de estrellas marinas arrugadas y sin vida.
“¡Parece el Armagedón!”, comentó Lara Maiklem, una aficionada naturalista de 47 años, que fotografió el fenómeno. “Era increíble. Había estrellas de mar hasta donde alcanzaba la vista, había peces y erizos de mar”, publicó Maiklem en la página de Facebook London Mudkark, donde aseguró haberse encontrado hasta alguna dentadura postiza arrastrada por la marea.
El rastro de estrellas marinas muertas se extiende desde la costa de Ramsgate hasta las playas cercanas de Broadstairs. “Intentamos salvar a todas las que pudimos, pero la mayoría estaban muertas”, afirmó la naturalista que visitó la localidad junto a sus gemelos.
La Sociedad británica de Conservación Marina explica en su página web que el incidente “parece ser una combinación del frío extremo—en el que el agua poco profunda se congela— y la profundidad a la que han penetrado las olas de las tormentas”. “Las anémonas, los cangrejos y las langostas tienden a moverse desde la orilla hacia aguas más profundas para evitar tormentas, pero la mayoría de los animales se vuelven lentos, incluso torpes, cuando están fríos, por lo que tienen pocas oportunidades de escapar de las tempestuosas olas”, añaden.