El tiburón más rápido y amenazado de los océanos fue incorporado por primera vez en un sistema de protección que restringirá su comercio internacional para evitar que se extinga
ante la fuerte demanda que generan sus aletas, ingredientes muy cotizados en la gastronomía asiática.
Esta decisión fue adoptada en la conferencia que reúne a los 183 Estados que participan en la convención que regula el comercio internacional de especies de flora y fauna en peligro de extinción, y que se celebra hasta el próximo miércoles en Ginebra.
La inclusión de la especie de tiburones mako deberá ser refrendada en la sesión plenaria de la conferencia en el último día de reuniones, al igual que la de seis especies de raya guitarra y diez de raya rinoceronte, para las que se acordó también una protección especial ante el alarmante descenso de sus poblaciones.
“Esto significa que el comercio internacional de estas especies será regulado y que los países tendrán el incentivo de gestionar sus recursos pesqueros de manera que se garantice su sostenibilidad”, dijo el experto de la organización conservacionista Wildlife Conservation Society, Luke Warwick.
La captura de tiburones es esencial para muchas comunidades, pero los científicos estiman que requieren un sistema de protección reforzado por su fragilidad y por el rol que juegan para mantener saludables los ecosistemas marinos.
Se considera que los tiburones mako y las rayas guitarra y rinoceronte constituyen las dos familias de peces más amenazadas del planeta y cuyas aletas son las que alcanzan los precios más elevados en los mercados internacionales.