Los sacrificios a gran escala de animales con motivo de la fiesta islámica Eid al–Adha ‘Fiesta del Sacrificio’, combinada con las fuertes lluvias, han convertido las calles de la capital de Bangladesh en ríos de sangre.
Las autoridades de Dhaka designaron varios lugares donde los residentes podían sacrificar animales, pero las fuertes lluvias del martes provocaron que pocas personas pudieran utilizar esas zonas.
Tradicionalmente, los musulmanes celebran esta festividad mediante el sacrificio de animales de granja. Por lo general, sacrifican una cabra, una oveja o una vaca para conmemorar prueba de la fe del profeta Ibrahim.
La carne de los animales sacrificados se comparte entre amigos y familia y las personas pobres que no pueden permitirse el lujo de sacrificar a los animales como un gesto de generosidad para promover la armonía social.
Los residentes de Dacca utilizaron estacionamientos, garajes y callejones para matar a los animales por lo que la sangre fluyó en las calles inundadas, convirtiéndolos en ríos de sangre.