Argumentando que estarían cumpliendo con el fallo de la Corte Internacional de Justicia, que en Marzo de 2014 sentenció que la denominada caza “científica” de ballenas de Japón en Antártica es ilegal, el gobierno japonés ha enviado cuatro naves balleneras a la Antártica con el supuesto fin de realizar investigación no letal de ballenas.
Sin embargo las reales intenciones de las autoridades niponas fueron develadas en Noviembre pasado al presentar un nuevo programa de caza “científica”, denominado NEWREP-A, que a partir de diciembre de 2015 continuará la caza anual de cientos de ballenas en las aguas del santuario de ballenas del Océano Austral.
La estrategia nipona busca continuar socavando el santuario de ballenas del Océano Austral hasta lograr su eliminación, mantener activa esta anacrónica industria, e imponer de hecho los intereses geo-políticos de Japón en las estratégicas áreas del continente Antártico y el alta mar del hemisferio sur.
El nuevo programa, que lo único novedoso que tiene es el nombre, no sólo continuará eliminando ballenas para comercializar su carne en el mercado japonés, sino que además expandirá las operaciones de caza industrial hacia el Atlántico suroccidental y Pacífico suroriental.
Cabrera recordó que en Junio pasado, el ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Heraldo Muñoz, se comprometió a enviar una nota de protesta al gobierno japonés por la continuación del programa ballenero japonés en el santuario de ballenas del Océano Austral.
Tras el fallo de la Corte Internacional de Justicia, que sentenció a Japón a detener estas matanzas, debido entre otras razones a que violan la moratoria sobre la caza comercial y la integridad del santuario de ballenas del Océano Austral, las autoridades niponas se comprometieron en un primer momento a cumplir con lo dictaminado por el máximo organismo jurídico a nivel mundial.