Esta semana comenzaron los relevamientos poblacionales del ciervo de los pantanos para determinar el impacto que las inundaciones en el Delta del río Paraná generaron sobre la especie, cuyos resultados estarán disponibles a fin de año.
El Proyecto Pantano, primer esfuerzo integral y multidisciplinario encarado en Sudamérica para la conservación de una población completa de la especie, delineó un plan de campañas sistemáticas en las que la Administración de Parques Nacionales (APN) coopera. El objetivo apunta a estimar cuáles fueron las zonas más afectadas, cómo se distribuyeron las distintas amenazas para la especie y de qué manera quedó comprometida la población.
En este sentido, Parques Nacionales participa junto a distintas fuerzas de seguridad en operativos de control realizados en la zona del Delta, aportando personal y recursos disponibles, con el fin de detectar cazadores furtivos que amenazan esta población. En este marco, desde el organismo nacional se extreman los recaudos en la Reserva Natural Otamendi y su zona de amortiguación.
Según relevamientos del Proyecto Pantano, el riesgo en que se encuentra el ciervo ha aumentado drásticamente luego de las inundaciones. Esto se da no sólo por la pérdida circunstancial de su hábitat natural sino también porque la situación lleva a los individuos sobrevivientes a migrar hacia lugares altos o poblados donde resultan presa fácil para la caza furtiva, pese a la prohibición vigente de esta actividad por tratarse de Monumento Natural Provincial en Buenos Aires y Entre Ríos.
Frente a la posibilidad de un escenario grave de extinción regional, la APN se encuentra comprometida en la conservación de la especie tanto dentro como fuera de su jurisdicción.
Es importante, además, la colaboración de toda la población y el aviso a las autoridades pertinentes sobre cualquier situación lesiva para los ejemplares de ciervo que pueden encontrarse en sitios excepcionales y visibles.
Actividades en las que colabora la Administración de Parques Nacionales
La APN colabora en el estudio de la distribución y abundancia actual del ciervo en todo el Bajo Delta; su ecología espacial (preferencias de hábitat); la genética poblacional (grado de aislamiento entre subpoblaciones); la ecología nutricional (dieta, selección de forraje, impacto sobre las especies con valor comercial) y los principales factores que afectan su supervivencia en el área (enfermedades, causas de mortalidad).
La información obtenida permite, entre otras cosas, planificar el desarrollo sostenible del territorio, definir corredores de dispersión, monitorear tendencias poblacionales y diseñar una estrategia de conservación para la población del ciervo de los pantanos.
Además, se colocó radiocollares a tres ejemplares adultos, lo que resulta clave para el diseño de dicha estrategia de conservación, y se montaron más de doscientos sitios con cámaras trampa infrarrojas en las 58 cuadrículas de muestreo establecidas.
Asimismo, con aparatos especiales usados para biología molecular (máquina de PCR) se identifican las muestras de ADN para estimar tamaños poblacionales ecológicos y genéticos, evaluar su grado de variabilidad e inferir la existencia de problemas genéticos que deban ser abordados en lo inmediato.