En medio de la desilusión que hay por la muerte de al menos 30.000 ejemplares en la isla de Australia a costa de los incendios, ver a pequeños dar sus primeros pasos brinda esperanza en una especie que está «funcionalmente extinta».
La situación en Australia ha sido tan crítica, que se convirtió en un hecho que sensibilizó a todo el planeta. Las pérdidas han sido impactantes, se estima que al menos 10 millones de hectáreas de la isla han sido alcanzadas por las llamas, mientras que más de mil millones de animales han fallecido directa o indirectamente gracias al fuego.
Algunos perdieron la vida ante las llamas, otros se desplomaron por el calor y la sed. También están los que al ver destruido su ecosistema, ni siquiera tenían dónde encontrar comida. Pero dentro de lo malo, también hemos visto algunas noticias esperanzadoras.
No muy lejos de todo, en Nueva Gales del Sur (Australia) ya trabajan en el futuro. El Australian Reptile Park está brindando alimento, cuidado, medicamentos y las mejores atenciones a todos sus animales. Especialmente a sus koalas, los cuales han sido declarados funcionalmente extintos.
Con la alerta latente, el recinto ha prestado mucha atención al desarrollo de sus ejemplares, como Elsa (por la princesa de Disney), una pequeña que llegó a muy temprana edad debido a que su mamá no podía producir leche. Rápidamente todos los cuidadores se enamoraron de ella, y cómo no:
Elsa ya no es una bebé, ya tiene 10 meses de edad y hace tan solo unos días (justo en esta época de incendios) llegó el momento de ingresarla en el ‘preescolar’ del parque. Es decir, alejarla por un momento los brazos de Hayley Shute (su madre humana que la ha criado hasta en su casa) y presentarle a la manada.
Hayley hasta se levantaba de madrugada para alimentarla como lo suelen requerir los koalas y no podía estar en ningún lugar sin ella, porque los koalas en sus primer año no se pueden despegar de su figura materna.
Ahora Elsa aprenderá a trepar, a encontrar comida, todo lo que requiere para poder crecer sola.