Como parte del proyecto de ley tras la retirada del Reino Unido de la Unión Europea, los diputados británicos han votado a favor de rechazar la inclusión de la sensibilidad animal, es decir, la admisión de que los animales sean capaces de sentir emoción o dolor.
La medida, como era de esperar, no ha tardado en obtener respuesta de muchos de los grupos activistas por los derechos de los animales, quienes dicen que el voto socava la promesa del secretario de Medio Ambiente, Michael Gove, de priorizar los derechos de los animales durante el proceso del Brexit.
El Gobierno dijo durante el debate antes de la votación que esta cláusula está cubierta por la Ley de bienestar animal del 2006, aunque según David Bowles, portavoz de la Royal Society for the Prevention of Cruelty to Animals (RSPCA) esto no deja de ser un paso atrás:
Del Parlamento, la noticia no ha tardado en saltar a todos los ámbitos, siendo las redes sociales el lugar donde más se ha debatido.
Richard Bowler, conocido fotógrafo de la vida silvestre, publicó en Facebook una foto de ‘Rosie’, un zorro local al que se había unido, alegando que los políticos han ignorado el ‘dolor y la emoción’ que sienten los animales.