Deslizándose suavemente por el agua, Witje, una joven foca gris de apenas cuatro meses, se detiene brevemente frente a una gran ventana. Desde allí observa con curiosidad a los visitantes que, del otro lado del vidrio, admiran su silenciosa recuperación.
Witje es una sobreviviente: fue rescatada tras quedar huérfana, con una aleta inflamada y un ojo dañado. Actualmente, se recupera en uno de los nueve tanques del recién inaugurado Centro del Patrimonio Mundial (WEC) en Lauwersoog, al norte de los Países Bajos.
Este moderno centro de rescate marino reemplaza al histórico Centro de Focas de Pieterburen, que funcionaba desde 1971. El WEC se enfoca en el cuidado de focas heridas o huérfanas encontradas en el Mar de Wadden, un ecosistema único declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Una amenaza creciente para las focas del Mar de Frisia
Según el curador del centro, Sander van Dijk, cada año reciben alrededor de 200 focas para su tratamiento. La mayoría son crías separadas prematuramente de sus madres, conocidas como aulladoras por sus gemidos desgarradores. Otras llegan con heridas causadas por embarcaciones o desechos marinos.
“Si analizamos nuestros datos de los últimos 15 años, observamos un aumento sostenido de focas que quedan atrapadas en basura del mar, especialmente redes de pesca”, explicó Van Dijk a la agencia Associated Press.
En 2024, investigadores de la Universidad de Wageningen estimaron que hay unas 24.000 focas en el Mar de Frisia. Aunque la población se mantiene estable, el aumento de actividades humanas en la zona representa una amenaza constante.
Un nuevo hogar para una especie emblemática
El Centro del Patrimonio Mundial no solo funciona como hospital para animales marinos, sino también como espacio educativo para sensibilizar al público sobre la protección del frágil ecosistema del Mar de Wadden.
La inauguración del WEC, abierta oficialmente al público el pasado sábado, marca un paso adelante en los esfuerzos de conservación en la región. Su misión es clara: brindar una segunda oportunidad a las focas heridas y concientizar sobre el impacto humano en los océanos. Witje, con su nado pausado y mirada atenta, es hoy el símbolo viviente de esa esperanza.

¿Cuál es el estado de conservación de la foca gris?
La foca gris se encuentra en estado de “preocupación menor” según la UICN, lo que significa que no está en peligro de extinción, pero sí es vulnerable. Si bien la especie experimentó una recuperación significativa en las últimas décadas, la UICN reconoce que algunas poblaciones locales pueden estar amenazadas por factores como la contaminación, la pérdida de hábitat y el cambio climático.
Detalles sobre el estado de conservación
- Población: Se estima que existen alrededor de 650,000 focas grises en todo el mundo, principalmente en el Atlántico Norte.
- Amenazas: La UICN identifica la contaminación (especialmente con plásticos), la pérdida de hábitat costero, el cambio climático y la interferencia humana (como la caza y la pesca incidental) como amenazas potenciales.
- Protección legal: La foca gris está protegida por la Ley de Protección de Mamíferos Marinos en Estados Unidos. También está protegida en el Reino Unido por la Ley de Conservación de Focas de 1970.
- Recuperación: La especie experimentó un aumento notable en su población, principalmente debido a la protección legal y la prohibición de la caza.
En resumen, la foca gris no se encuentra en peligro de extinción, pero se debe continuar monitoreando y protegiendo a estas poblaciones para mitigar las amenazas potenciales y asegurar su supervivencia a largo plazo.
Fuente: AP.