Consejos prácticos para mejorar tu concentración

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Cómo mejorar tu capacidad de atención

¿Te cuesta la concentración en algo durante más de unos minutos seguidos, aunque hagas lo que más te gusta, por ejemplo, jugar en casino? La motivación (y potencialmente una bebida con cafeína) está ahí, pero a pesar de tus mejores esfuerzos, no consigues prestar atención.

Si piensas así, es posible que tengas poca capacidad de atención. ¿Te llama la atención?

Lo primero es lo primero: No te preocupes. Aunque te cueste un poco de esfuerzo, cambiar las cosas a mejor es posible. Piensa que es como un músculo: cuanto más lo trabajes, más fuerte se hará. Así que disfruta de algunos consejos y técnicas que pueden ayudarte a aumentar tu productividad.

¿Por qué tenemos problema de concentración?

La hipótesis de los científicos es que la menor capacidad de atención proporcionó a los primeros humanos la ventaja evolutiva de poder vigilar su entorno en busca de peligros. Hoy en día, nos enfrentamos a muchas menos amenazas que nuestros antepasados; en su lugar, los dispositivos digitales diseñados específicamente para robar nuestra atención se han infiltrado en nuestra vida cotidiana.

Las notificaciones automáticas nos incitan a interactuar con la tecnología a intervalos aleatorios a lo largo del día, preparándonos para un golpe de dopamina de luces brillantes o refuerzo social.

Deja de hacer varias cosas a la vez

¿Te consideras un maestro de la multitarea? Aunque pueda parecer una forma eficaz y productiva de hacer tu trabajo, la verdad es todo lo contrario. La concentración en dos cosas distintas al mismo tiempo no es cognitivamente factible. Lo que se llama multitarea es tu cerebro cambiando rápidamente de una tarea a otra en lugar de manejar ambas simultáneamente, lo que hace que te canses más rápido y realices un trabajo chapucero.

Por ejemplo, un chef que prepara dos platos extremadamente difíciles puede conseguir realizar ambos, pero no alcanzará el mismo nivel de calidad que si se centrara en un solo plato. Esto es lo primero que debes recordar cuando trabajes para aumentar la capacidad de atención.

Haz ejercicio

La actividad física puede mejorar la salud del cerebro, facilitando la concentración y la atención. Lo ideal es intentar hacer un mínimo de 30 minutos de ejercicio al día. Aunque esto pueda parecer difícil si tiene un horario muy apretado recuerda que puedes dividir este tiempo en segmentos más cortos. Por ejemplo, puede resultarte más fácil dar unos cuantos paseos de 10 minutos al día que un entrenamiento intensivo de larga duración.

Realizar actividad física no significa automáticamente hacer entrenamientos extenuantes. Puedes hacer ejercicio mientras realizas una actividad que te guste, como pasear por tu barrio para tomar el aire o bailar en el salón de tu casa.

Practica la meditación consciente

La meditación regular mejora la capacidad de atención al aumentar la actividad en el córtex prefrontal, responsable de la atención y la toma de decisiones.

Además, el entrenamiento en meditación de atención plena es especialmente eficaz para reducir la hiperactividad y la impulsividad en individuos con TDAH.

El problema de la meditación de atención plena es que no la practicamos lo suficiente. No es un problema de meditación, sino de “tiempo”. Muchas personas afirman que les resulta difícil encontrar tiempo para permanecer quietos durante 5 – 10 minutos al día.

Si necesitas ayuda para encontrar tiempo para practicar la meditación consciente, prueba a utilizar aplicaciones específicas. Se ha comprobado que incluso breves periodos de meditación tienen un impacto positivo en la capacidad de atención y la flexibilidad cognitiva.

Da prioridad a los descansos

Ambos tipos de atención son importantes, al igual que los descansos. Los seres humanos seguimos un ritmo natural de atención a lo largo del día. Aunque cada persona es diferente, normalmente experimentamos un pico de concentración a media mañana y luego otra vez por la tarde.

No esperes estar siempre concentrado y ser productivo. Cuando estamos cansados, nuestras habilidades de funcionamiento ejecutivo se agotan y no podemos rendir tan bien ni filtrar las distracciones. Esa es la señal de que es hora de hacer una pausa.

El mejor tipo de descanso es sin dispositivos electrónicos y al aire libre, lo que, según los estudios, puede reducir el estrés. Pero si no puedes salir, no pasa nada si juegas con el móvil o realizas alguna otra actividad rutinaria, como tejer.

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