El vivir en sociedad nos ha insertado en el mundo urbano. Aquello que nos rodea en la ciudad no se puede comparar al compartir con la majestuosa naturaleza y la creación de la permacultura es un buen ejemplo de ello.
La realidad que se presenta ante nuestros ojos, podría incluso convencernos de que es imposible soñar con algo así. De todos modos, gracias al ejercicio de la agricultura y nuestra capacidad de ingenio, podemos lograr que esta alternativa sea ideal y aplicable a nuestra vida diaria.
La práctica de la que hablaremos fue desarrollada en 1974 en Australia. Los autores de esta, fueron Bill Mollison, profesor de biología y su estudiante David Holmegren. Ambos, planificaron y le dieron estructura a un sistema sostenible para el futuro, el cual denominaron Permacultura. A pesar de que ha sido una práctica ya descubierta hace mucho tiempo, han sido pocos los intentos que como ciudadanos del mundo hemos realizado.
Según el libro ‘Curso-Fundamentos de la Permacultura’, escrito y desarrollado por H. Hieronimi como parte de los materiales de apoyo de ‘tierramor’, la permacultura es un conjunto de diferentes técnicas para promover el planeamiento, el desarrollo y el mantenimiento cíclico del ecosistema.
¿En qué consiste la adaptación de la permacultura?
Algunos grupos de personas se han sumado a la elección de este sistema para sus vidas y se han visto comprometidas con el cuidado del medio ambiente. Hablamos de organizaciones, colectivos, practicantes y diseñadores de la ecología que han sido autónomos en la elección de esta extraordinaria práctica.
La misión de la permacultura está situada en la producción de alimentos, la integración de energías renovables y el implemento de recursos que aporten a las propuestas ecológicas, la economía y a un mejor desarrollo de la sociedad. Se busca combinar los diferentes tipos de vida, es decir, nuestra existencia en sintonía con animales y plantas.
El manejo adecuado de este gran aporte y su estudio, también permitiría que nuestra existencia en la sociedad sea más responsable, y a su vez, más productiva. Por ello, no se refiere únicamente a la ornamentación de un espacio delimitado, sino a encontrar una coexistencia para mejorar la calidad de vida.
Integración de la Permacultura en la actualidad
En principio, el desarrollo de este sistema de integración de la vida se vio direccionado al manejo de la tierra, la creación de ambientes con materiales naturales, la participación en la agricultura y la integración en comunidad. Este fue el primer paso para el sistema propuesto, que demostró ser un gran avance. Sin embargo, este sería el comienzo para la implementación de la permacultura.
Actualmente, se han tomado en cuenta principios estudiados por David Holmgren, quien avanzó de forma significativa en sus estudios acerca de este sistema y las mejores opciones para su aplicación.
Sus estudios posteriores, a partir de involucrarse con este mundo de la permacultura, se enfocaron en cómo podemos enfrentar nuevos desafíos que aparecen con el desarrollo de la industria y a su vez, abordar la crisis de energía y de los recursos naturales.
Es así, que escribió y detalló principios dentro del cuidado de la naturaleza para que seamos capaces de confiar en un cambio. Estos principios tomaron en cuenta como primeros pasos a la observación e interacción que tenemos de nuestro alrededor. El fijarnos en puntos ideales, espacios en los que se puede aprovechar los recursos de la naturaleza y valorar la diversidad, serían acciones que nos ayudarían a crear un verdadero cambio.
¿Cómo poner en práctica estos principios?
Lo esencial en este proceso es que aprendamos de la cultura ambiental y que seamos muy cuidadosos con los recursos naturales que tenemos a nuestra vista. Es decir, considerar un trato justo y respetuoso de nuestros espacios naturales; comprendiendo que de aquí parte la generación de nueva vida. Además, promover el cuidado con los diferentes grupos que nos relaciones y nuestra comunidad será un gran avance para que nos podamos apropiar de la permacultura.
Este cuidado parte del pensamiento que comprende que la base de toda la vida es la tierra. Es por eso que en lo primero que debemos fijarnos en nuestro entorno es en el mantenimiento de la fertilidad, y el trato gentil con la misma.
Otro factor importante es el cuidado de la gente. Esta acción trata acerca del ser empáticos con las demás personas que están a nuestro alrededor, promoviendo una cultura de paz y de solidaridad. Para poner en práctica este factor es relevante que tengamos en cuenta el autocuidado.
Comenzar por nuestro cuidado físico, emocional y mental, permitirá que tengamos herramientas para cuidar al otro. Igualmente, para cuidar a una sociedad grande, deberemos iniciar por un trato respetuoso con nuestros círculos más cercanos: familia y comunidad local. Es decir que, para contribuir con la vida del ecosistema, tenemos que empezar por el cuidado de nuestra propia vida.
Dentro de la permacultura, el respeto por lo que se considera suficiente o necesario, también aborda el ejercicio de la autolimitación, el cual consiste en ser conscientes de las necesidades que podemos tener como individuos. Y lograr un mejor tratamiento de los recursos para su apreciación y conservación de los mismos, centrándonos en la preservación de la vida de las generaciones del futuro.
Permacultura íbera: un ejemplo a seguir a nivel mundial
Alrededor del mundo se han llevado a cabo las prácticas de este sistema integrador de vida. Algunos grupos de personas han adaptado sus entornos con proyectos que demuestran la mejora y aporte medioambiental. Dentro de estos, encontramos una práctica de la permacultura en el mundo.
En la península ibérica, ubicada al sudoeste de Europa, ocupada por España y Portugal, se ha desarrollado ‘Permacultura Íbéra’, que se trata de un colectivo de personas y entidades con gran afinidad a la permacultura que aborda la regeneración de los espacios. Así como promueve la resiliencia social que es parte su misión como colectivo.
Este valioso proyecto surgió en el año 2014, cuyo propósito consistió en formar una comunidad para el diseño de espacios que promuevan la permacultura y a su vez, permita la preparación de nuevas generaciones de personas que se interesen por esta práctica medioambiental. El primer encuentro que realizaron con diferentes grupos de interés fue en el año 2015.
Han sido ya diez años de trabajo y promoción de la permacultura como sistema natural para la conservación de la vida en la naturaleza y el aprovechamiento de los recursos que favorecen la permanencia del ecosistema. Su objetivo principal fue buscar alternativas para vivir en armonía. Su proceso agradece al apoyo comunitario de gente que se ha interesado en el cambio y en su aporte al medio ambiente.
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