Las precipitaciones en California, Estados Unidos, serán más volátiles en el futuro y la región transitará de sequía a lluvias extremas con una mayor asiduidad, según un estudio.
Este estado, el de más población del país norteamericano, ha registrado cambios hidrológicos notables en los últimos años: entre 2010 y 2016 sufrió la peor sequía de su historia y en el invierno sucesivo las lluvias torrenciales ocasionaron grandes inundaciones.
El efecto más notorio de este periodo fue en la presa de Oroville, la mayor del país, que obligó a la evacuación de más de 200 mil residentes de la zona norte del estado por el riesgo de desbordamiento, en febrero de 2017.