La Laguna Diamante es un lugar único, por su belleza y sus características. Se trata de un espejo de agua que surge de las entrañas del Volcán Galán en Catamarca.
Con un diámetro de 45 km, la caldera de este volcán es considerada la más grande del mundo. En el filo de su cráter, asoma nada más ni nada menos que una laguna de aguas turquesas. A pesar de las condiciones extremas, en su interior viven algas y bacterias. Es un lugar único, donde se recrean las condiciones en las que se desarrolló la vida hace millones de años. Además, se puede ver la vertiente de un pequeño río hirviente, que después de un recorrido curvilíneo, desemboca en la Laguna Diamante.
Dentro del cráter, parece un lugar de otro planeta. Se pueden ver “Ojos de agua” de distintos colores que dependen de los minerales que predominan en el suelo. Junto a la laguna se encuentra un paredón de 5.912 metros de altura que plantea un desafío para escaladores.
El paisaje, en el que se funden el cielo y la tierra, se completa con la presencia de flamencos en la laguna. Éstos se encuentran protegidos de los fuertes vientos por paredes de lava volcánica de hasta 50 metros de altura.
El nombre la Laguna Diamante proviene del reflejo del sol en las piedras que contiene.
Para llegar hasta allí, hay que realizar un ascenso de 5.100 msnm, por el borde oeste del Volcán, donde se puede ver el inmenso cráter con la laguna en su interior. Conduciendo desde Antofagasta de la Sierra, son 220 km. Es necesario hacer el trayecto en 4×4.