Las biólogas argentinas del CONICET, Gabriela Müller y Clarisa Álvarez, desarrollaron un test que ayuda a bajar la incidencia de PDE, una enfermedad autoinmune, hereditaria y letal, que afecta a perros de la raza Pug.
Con el test, las científicas ayudan a criaderos y particulares a luchar contra la afección. La iniciativa es pionera en Latinoamérica, y genera ingresos para su laboratorio, la Universidad de Rosario (dentro de la cual funciona el laboratorio) y el CONICET. Planean extender el método a otras razas.
‘Lo que nosotras hacemos es un estudio genético que mide la susceptibilidad de desarrollar PDE’, explicó Gabriela Müller, Doctora en Ciencias Biológicas e Investigadora Asistente del CONICET, y quien ideó el proyecto dentro del Centro de Estudios Fotosintéticos y Bioquímicos.
PDE significa ‘Pug Dog Encephalitis’. Se trata de una meningoencefalitis necrotizante que afecta a uno de cada ocho Pugs. ‘Es terrible para una persona si tu perrito tiene PDE’, afirmó Müller. ‘El perro muere en el corto plazo’.
La PDE produce una inflamación del sistema nervioso central. Los síntomas incluyen convulsiones, ceguera, letargia y comportamientos extraños, como caminar en círculos o apoyar la cabeza contra la pared.
‘Es una afección que tiene que ver con el reconocimiento del tejido propio y ajeno. Lo que pasa es que el perro deja de reconocer su propio tejido y se autoataca’, agregó.
El test que aplican las biólogas, entonces, sirve para detectar si el perro porta la mutación genética que puede devenir en la enfermedad. De esa manera, se puede evitar cruzar un perro portador con otro que también sea portador.