Incesantes pequeños temblores sacuden la plataforma de hielo de la Antártida cada noche, a medida que el hielo vuelve a formarse después de derretirse durante el día.
En un estudio reciente, los científicos de la Universidad de Chicago colocaron sismómetros en la plataforma de hielo McMurdo y registraron miles de pequeños ‘temblores de hielo’ que parecen ser causados por charcos de hielo parcialmente derretido que se expanden y se congelan por la noche. El fenómeno puede ayudar a los científicos a rastrear el derretimiento de los glaciares y ayudar a explicar la desintegración de las grandes plataformas de hielo.
‘En estas áreas, registramos decenas, cientos, hasta miles de ellos por la noche’, dijo en un comunicado el coautor del estudio Douglas MacAyeal, profesor de ciencias geofísicas y glaciólogo de renombre que ha estado viajando a la Antártida para estudiar el comportamiento del hielo y nieve durante décadas. ‘Es posible que los sismómetros puedan ser una forma práctica para que podamos monitorear de forma remota la fusión del glaciar’.
El cambio climático está causando que la Antártida se derrita, pero los glaciólogos aún están mapeando cómo, dónde y por qué. Todavía hay mucho que no entendemos sobre el proceso, como lo demuestra el colapso masivo de la plataforma de hielo Larsen B en 2002, que sorprendió a los glaciólogos, y comprender estos mecanismos es clave para predecir el futuro del hielo.
MacAyeal y el equipo estaban interesados en el papel de los ‘terremotos’ en las plataformas de hielo flotantes, y qué papel podría desempeñar en la fusión y desintegración del hielo.
El equipo instaló sismómetros durante 60 días durante la temporada de deshielo en dos lugares cerca de lagos estacionales de deshielo en la plataforma de hielo McMurdo. Uno era más seco; el otro era más blando, con charcos de agua derretida que se volvían a congelar. Encontraron que la ubicación más húmeda estaba llena de actividad sísmica durante la noche.
‘En estos estanques, a menudo hay una capa de hielo encima del agua derretida debajo, como se ve en un lago que solo está congelado en la parte superior’, explicó MacAyeal. ‘A medida que la temperatura se enfría por la noche, el hielo en la parte superior se contrae, y el agua que se encuentra debajo se expande a medida que se congela. Esto deforma la tapa superior, hasta que finalmente se rompe con un chasquido’.
La energía vibra hacia el entorno, donde es captada por sismómetros. Algunas de las grietas se vuelven a cerrar, pero otras no, dijo MacAyeal.
Puede explicar por qué los icebergs en realidad se rompen con mayor frecuencia en épocas más frías del año. ‘Quizás esto esté sucediendo a escalas más largas y lentas’, dijo MacAyeal.
El descubrimiento agrega una pieza importante a nuestra comprensión de la física y los procesos en torno a los estanques de fusión en las plataformas de hielo, especialmente si puede ayudar a los investigadores a realizar un seguimiento remoto de la fusión antártica. ‘Puede ser muy útil agregar esto a nuestras otras formas de monitorear el hielo’, dijo MacAyeal.