Investigadores malayos proponen un sistema para desarrollar drones más baratos, livianos pero a la vez resistentes, además de amigables con el medio ambiente. Al mismo tiempo, ofreciendo ventajas a los agricultores locales mediante la reutilización de un recurso que hasta ahora ha sido desechado. ¿Cuál es el secreto para conseguir tantos beneficios? Las fibras presentes en las hojas del ananá.
Los expertos consiguieron convertir ese material, volviéndolo resistente, para fabricar los armazones de los vehículos aéreos no tripulados. El profesor Mohamed Thariq Hameed Sultan, de la Universidad de Putra, en Malasia, explicó a la agencia Reuters que los drones resultantes tienen una relación resistencia-peso más alta que los modelos creados con fibras sintéticas.
“Estamos transformando la hoja del ananá en una fibra que se puede utilizar para aplicaciones aeroespaciales, básicamente inventando un drone”, dijo el especialista.
“Nuestro papel aquí es ayudar a la industria, a los agricultores, a aumentar su rendimiento y hacer su trabajo mucho más fácil”, agregó William Robert Alvisse, de la Sociedad de Activistas de Drones No Tripulados de Malasia, un grupo no gubernamental que ayuda a diseñar esta unidad y brinda asesoramiento en el proyecto.
Malaysian team turns pineapple waste into disposable drone parts. Read more >>> https://t.co/FXwHWBZyUm
— UniPutraMalaysia (@uputramalaysia) January 6, 2021