Científicos rusos estudian detenidamente los restos bien conservados de un rinoceronte lanudo, perteneciente a una especie extinta, que han sido encontrados en la república de Sajá, en el Lejano Oriente de Rusia.
El investigador de la Academia de Ciencias de la república rusa de Sajá, Valeri Plótnikov, señaló que el cadáver fue hallado en agosto pasado en la región de Abyiski por un residente local, cerca de un río.
“La parte posterior del cuerpo contiene tejido blando, posiblemente órganos sexuales y parte de los intestinos. Esto permite estudiar los excrementos, lo que facilitaría la reconstrucción del paleoambiente de ese período”, dijo el investigador.
Además, indicó que es muy difícil encontrar cuernos bien conservados porque se descomponen con gran rapidez.
Sobre la muerte del animal, que según los científicos tenía entre tres y cuatro años por el análisis de uno de sus dientes, sugirieron que no murió de hambre porque era robusto, y que habría perdido la vida tras caer por un barranco o en un pantano.
“El género del animal aún se desconoce. Estamos esperando que los análisis de radiocarbono definan cuándo vivió, el rango de fechas más probable es entre 20.000 y 50.000 años atrás. El rinoceronte tiene un pelaje corto muy grueso, muy probablemente murió en verano”, aseguró el especialista.
Hallazgos similares en la vasta región siberiana de Rusia han ocurrido con regularidad por el cambio climático que está calentando el Ártico a un ritmo mayor que del resto del mundo y ha descongelado el suelo en algunas áreas bloqueadas durante mucho tiempo en el permafrost.