En 2019, un grupo internacional de investigadores colocó transmisores de alta tecnología en 23 ballenas francas de Península Valdés para seguir su ruta migratoria vía satélite en el proyecto «#SiguiendoBallenas».
Luego, gracias a la foto-identificación que el Instituto de Conservación de Ballenas y Ocean Alliance desarrollan desde hace 50 años, los investigadores lograron identificar a cuatro de estos individuos en su base de datos iniciada en 1971.
Siguiendo a “Tempranera”
“Tempranera” es una ballena identificada por primera vez hace treinta años y lleva el número #0970. Los siete registros de “Tempranera” brindan información muy valiosa para profundizar el conocimiento sobre la biología y hábitos de las ballenas francas que utilizan el área de cría de Península Valdés. Fue vista por primera vez en 1990 con su primera cría conocida y por última vez en 2019 cuando fue marcada con un transmisor satelital muy temprano en la mañana, de allí su nombre. Por tener una historia de vida tan interesante y bien conocida, Tempranera fue integrada al Programa de Adopción del Instituto de Conservación de Ballenas.
A lo largo de 68 días, los científicos pudieron seguir el recorrido de Tempranera en tiempo real y así descubrir su área de preferencia para el hábitat y la alimentación. Así, la ruta migratoria de esta ballena mostró que el área conocida como “Agujero Azul”, hacia dónde se dirigía, se destaca por ser una de las zonas de alimentación de la ballena franca así como de otras especies de aves y mamíferos marinos.
¿Quiénes son las otras tres ballenas identificadas?
Afuerita es una hembra que fue registrada por primera vez en 2013 con su primera cría conocida. Luego fue registrada en 2016 sin cría y en 2019 con cría, cuando fue marcada con un rastreador satelital en cercanías de Puerto Pirámides. Durante su migración, llegó a casi 1.000 kilómetros de distancia frente a Península Valdés y luego mostró gran predilección por zonas muy costeras frente a Tierra del Fuego y Santa Cruz. Actualmente el transmisor de Afuerita continúa emitiendo señales desde esta zona, más de seis meses después de haber sido marcada.
Pulgarcita fue fotografiada en el Golfo San José por primera vez en 1997 cuando era aún juvenil, tal vez de unos dos años de edad. Trece años después, en 2010, fue registrada en el Golfo Nuevo con su primera cría conocida. En 2013, volvimos a verla con una nueva cría en el mismo golfo. Ahora, gracias a los registros fotográficos realizados a través de un drone, sabemos que Pulgarcita estuvo en las aguas del Golfo Nuevo con su nueva cría, que será incorporada al catálogo con el número 1285-19. Este código indica que es hija de la ballena 1285 (Pulgarcita) y que nació en 2019. Desde que abandonó el Golfo Nuevo, Pulgarcita cruzó a ritmo sostenido la plataforma y el talud continental con rumbo este.
Sesentay9 es uno de los pocos machos adultos marcados durante el estudio satelital. Fue foto-identificado por primera vez en 2016 en el Golfo Nuevo y luego cuando fue marcado el 23 de septiembre de 2019. Luego de permanecer una semana dentro del Golfo Nuevo partió hacia el sur llegando el 15 de octubre a la zona de las Islas Malvinas. Desde entonces ha utilizado distintas áreas de la plataforma Argentina y el talud continental, donde parece haberse alimentado. Su transmisor lleva 6 meses registrando sus movimientos y continúa emitiendo señales.
La importancia de la fotoidentificación
El proyecto #SiguiendoBallenas aporta información valiosa para la conservación de las ballenas al detectar ambientes clave, sustentando la importancia de las áreas marinas protegidas como el “Agujero Azul”. También permite elaborar recomendaciones de regulación de actividades humanas (pesqueras, petroleras y de transporte naviero) con impacto sobre los grandes mamíferos marinos.
Por su parte, la fotoidentificación de largo plazo desarrollada por nuestros investigadores permite conocer la historia de vida de los individuos antes de su marcado. También permitirá monitorearlos en el futuro, y determinar si sus hábitos y éxito reproductivo se modifican a lo largo de los años.
“Tempranera” se suma al Programa de Adopción
Desde sus inicios, el Instituto de Conservación de Ballenas lleva adelante el Programa #AdoptaUnaBallena. A través del mismo, las personas contribuyen con fondos que permiten continuar generando el conocimiento científico esencial para monitorear las poblaciones de ballenas, identificar amenazas y promover soluciones para mitigarlas, entre ellas la creación de nuevas áreas marinas protegidas y santuarios marinos.
Las ballenas que participan de este programa se seleccionan porque tienen características particulares, que permiten a través de su biografía compartir acerca de las amenazas que enfrentan, preferencias de hábitat, sus comportamientos y dinámica poblacional.
Tempranera ahora se suma a este Programa e ingresando a www.ballenas.org.ar, es posible adoptarla simbólicamente y apoyar al trabajo que realiza el ICB foto identificando ballenas y llevando adelante proyectos colaborativos como el SiguiendoBallenas.