El perro (Canis familiaris o Canis lupus familiaris como subespecie del lobo) es un mamífero carnívoro perteneciente a la familia de los cánidos que evolucionaron junto a las sociedades humanas en diferentes culturas por más de 30.000 años. Actualmente, se estima que existen alrededor de 1000 millones de perros en el mundo y más de 300 razas reconocidas, además de muchas otras en proceso de clasificación.
A lo largo de los siglos, la cría selectiva permitió desarrollar razas con habilidades específicas para tareas como el pastoreo, la caza, la compañía o la protección. Sin embargo, un reciente estudio de la Universidad de Chapman (EE.UU.) cuestiona la relación entre la forma del cráneo y la especialización funcional en las razas caninas
Los investigadores analizaron 117 especímenes de museo, generando reconstrucciones 3D de cráneos pertenecientes a 41 razas domésticas y 18 subespecies salvajes. Su objetivo era determinar si existían diferencias morfológicas claras entre los perros seleccionados para tareas específicas, como los utilizados por las fuerzas del orden o el ejército.
El estudio reveló que las estructuras craneales de estas razas no diferían significativamente de aquellas sin funciones específicas, ni de las de lobos y coyotes. Solo algunas razas de compañía presentaban características distintivas relacionadas con hocicos extremadamente cortos.
¿Influye la forma en la funcionalidad?
Si la cría selectiva basada en la estructura ósea fuera efectiva, se esperaría que las razas criadas para tareas concretas mostraran un patrón craneal diferenciado. Sin embargo, los resultados del estudio indican que esto no ocurre.
“Nuestros hallazgos sugieren que la selección de formas craneales especializadas no ha tenido un impacto significativo en la funcionalidad de las razas”, explicó Nicholas Hebdon, autor principal del estudio publicado en Science Advances. “En cambio, parece que la cría ha sido más efectiva en la selección de rasgos de personalidad y comportamiento que predisponen a los perros a ciertas tareas, lo que los hace más eficientes en ellas”.
La percepción de diferencias físicas en las distintas razas de perros
La aparente distinción entre razas en cuanto a forma y función se debe a que la variabilidad morfológica se distribuye de manera uniforme entre los diferentes grupos, sin un patrón claro. “No es que no haya variación, sino que esta no sigue una lógica predecible en relación con la especialización funcional”, aclaró Hebdon.
En consecuencia, la selección de rasgos físicos específicos, como la longitud del hocico, no parece estar vinculada a un mejor desempeño en ciertas tareas. Por ejemplo, hay perros con hocicos anchos o profundos que no son utilizados para rastreo, mientras que otros sin estas características sí se emplean en estas funciones. Según Hebdon, el factor clave no radica en la estructura ósea, sino en características cognitivas y de comportamiento.
La selección artificial en la cría de perros
La cría selectiva de perros siguió un proceso evolutivo complejo, influenciado tanto por la observación como por la tradición. Inicialmente, los criadores cruzaban perros con habilidades destacadas en determinadas tareas, lo que llevaba a la percepción de una relación entre la forma y la función. Con el tiempo, esta idea se reforzó, convirtiéndose en un criterio de selección, aunque en realidad otros factores menos evidentes podrían haber influido en el éxito de ciertas razas.
“Me sorprende lo poco que comprendemos sobre los perros, a pesar de su importancia en nuestras vidas. Si esto ocurre con una especie tan cercana a nosotros, imaginen cuánto desconocemos sobre otras especies”, reflexionó Hebdon.
El equipo de investigadores planea continuar explorando la relación entre forma y función en otras especies, aunque Hebdon afirma que aún queda mucho por descubrir sobre la evolución de los perros y sus diferencias con otros cánidos salvajes.
Diferencias entre los perros domésticos y salvajes
Los perros domésticos están genéticamente adaptados a convivir con los humanos, mientras que los perros salvajes viven en estado natural y se alejan de la intervención humana.
Características de los perros domésticos
- Están acostumbrados a la presencia de los humanos
- Se alimentan de lo que les dan sus dueños
- Son seleccionados por su mansedumbre
Características de los perros salvajes
- Viven en estado natural, alejados de la intervención humana
- Se alimentan principalmente de carroña
- Pueden tener cabezas más grandes en proporción a su cuerpo
- Pueden tener colmillos más grandes que los perros domésticos
- Pueden tener hocicos más cortos y menos dientes que los perros domésticos
Los perros salvajes pueden ser domesticados, pero no están genéticamente adaptados a vivir con los humanos.
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