El 3 de octubre, el nuevo sistema de barreras de Venecia protegiĂł a la ciudad por primera vez de las mareas altas y las inundaciones graves al impedir que el agua se precipitara hacia la laguna y sobre la isla. Pero el jueves pasado, las barreras protegieron una vez más a Venecia de una marea que podrĂa haber inundado la mitad de la ciudad, informa Angela Giuffrida para The Guardian.
El año pasado, Venecia declarĂł el estado de emergencia cuando experimentĂł sus peores inundaciones en 50 años. La inundaciĂłn causĂł daños por más de mil millones de dĂłlares, y partes de la ciudad quedaron bajo dos metros de agua, incluida la BasĂlica de San Marcos, una catedral de casi mil años. Esta vez, la marea alta podrĂa haber causado estragos en la pequeña isla, pero el sistema de barrera de 78 compuertas, conocido como Mose, mantuvo despejados con Ă©xito los callejones sinuosos y las plazas histĂłricas de Venecia. En lugar de inundaciones, la marea dentro de la laguna solo subiĂł 5 metros, informa Reuters.
Las barreras están diseñadas para permanecer en el fondo de la laguna hasta que se activen, momento en el que se llenan de aire y luego ascienden a la superficie. Las grandes paredes amarillas sellan tres de las ensenadas de la laguna, protegiendo a la isla de las mareas altas. Las barreras pueden soportar inundaciones de hasta un poco más de un metro, informa Jonathan Hilburg para The Architect’s Newspaper.
Las compuertas habĂan sido probadas antes en condiciones menos amenazantes, pero el 3 de octubre fue la primera vez que las autoridades “las levantaron para defender Venecia”, dijo Alberto Scotti, el ingeniero que diseñó las compuertas, a Elisabetta Povoledo para el New York Times a principios de este mes.
La constructora tiene hasta finales de 2021 para terminar las compuertas. Hasta entonces, se utilizarán cuando se estima que la marea es superior a 1 metro; una vez que esté en pleno funcionamiento, protegerá contra mareas de 1,5 metros.
Mose ha estado en obras desde la dĂ©cada de 1980 y se suponĂa que estarĂa terminado en 2011. Los sobrecostos, la corrupciĂłn y el rechazo de los grupos ambientalistas retrasaron el tan esperado proyecto. Sin embargo, el tiempo se acaba para Venecia, ya que simultáneamente se hunde y lucha contra el aumento del nivel del mar. La ciudad se construyĂł originalmente sobre una laguna fangosa con cimientos dĂ©biles, lo que hizo que se hundiera lentamente en el mar. Además, las mareas crecientes como resultado del cambio climático han inundado la ciudad repetidamente, dañando sus edificios histĂłricos, tiendas pintorescas y filas de casas repletas.
A pesar del Ă©xito de las compuertas hasta ahora, algunos dicen que no son una soluciĂłn sostenible y que podrĂa tener serias ramificaciones ambientales. Por ejemplo, cuando las barreras se elevan, sellan la laguna del resto del ocĂ©ano, convirtiendo un canal de flujo libre en un pantano cerrado. Esta barrera agotará los niveles de oxĂgeno del agua y evitará que la contaminaciĂłn fluya fuera de los canales.
“Con el cambio climático, existe la posibilidad de que las compuertas se puedan utilizar de 150 a 180 dĂas al año, convirtiĂ©ndose en una barrera casi fija y cortando la relaciĂłn de la laguna con el mar”, dijo Cristiano Gasparetto, un arquitecto que se opone al proyecto, al New York Times a principios de este mes. “Si la laguna está aislada del mar por perĂodos prolongados, muere, porque el intercambio natural de aguas se detiene y toda su vida orgánica corre el riesgo de descomponerse. Si la laguna muere, Venecia muere”.