Un estudio reciente de la Academia Nacional de Ciencias en México ha revelado que el agua embotellada, lejos de ser una opción totalmente segura, puede contener hasta 240.000 fragmentos de plástico por litro, incluyendo nanoplásticos, partículas diminutas asociadas a problemas cardíacos y cáncer.
Este hallazgo desafía la percepción común de que el agua embotellada es la mejor alternativa ante la falta de acceso a agua potable libre de contaminación.
La Contaminación plástica en el agua embotellada
El plástico de las botellas se filtra en el agua, exponiendo a los consumidores a pequeñas partículas que nuestro cuerpo absorbe sin notar. Se ha identificado que el 90% de los fragmentos detectados corresponden a nanoplásticos, capaces de penetrar células y tejidos.
Las botellas de plástico, además de ser uno de los productos más consumidos en el mundo, son el segundo contaminante más común en los océanos, solo detrás de las bolsas de plástico.
Impacto en la salud: ¿Qué riesgos presentan los nanoplásticos?
El plástico está presente en nuestro entorno, pero su consumo representa un riesgo poco estudiado. Debido a su tamaño extremadamente pequeño, los nanoplásticos pueden ingresar al organismo sin ser detectados, acumulándose en tejidos y sistemas biológicos.
Aunque los efectos específicos aún no se han comprobado en su totalidad, los investigadores han encontrado posibles vínculos con enfermedades cardíacas y cáncer.
¿Es posible filtrar los nanoplásticos?
Eliminar los nanoplásticos del agua es difícil. Aunque algunos filtros pueden ayudar, no todos son eficaces. Opciones avanzadas incluyen:
- Filtros de carbón activado, que eliminan algunos contaminantes.
- Filtros de ósmosis inversa, capaces de reducir la presencia de PFAS y otros plásticos.
Además, se recomienda almacenar agua en vidrio, aluminio o acero inoxidable, evitando la exposición prolongada a plásticos.
La urgente necesidad de alternativas
La baja tasa de reciclaje de botellas plásticas contribuye a la acumulación de millones de toneladas de residuos. Fabricar una sola botella requiere entre 17 y 35 litros de agua, lo que agrava el problema de uso insostenible de recursos.
Este estudio representa un paso clave en la comprensión de nuestra exposición a los nanoplásticos y abre el debate sobre cómo reducir su impacto con medidas ecológicas y saludables.
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