Una ciudad como Madrid necesitaría una inversión ‘mínima’ para evitar las restricciones de tráfico y las limitaciones a las calefacciones en episodios de alta contaminación si apostara por un sistema innovador que utiliza niebla artificial para evitar la dispersión de las partículas.
‘Todo está preparado y probado, ahora solo hay que empezar a instalarlo y comercializarlo’, ha asegurado el profesor de la Universidad de Alcalá de Henares José Luis Pérez-Díaz, director del proyecto Counterfog, que en cuatro años de investigación ha dado ‘una respuesta económica al acuciante problema de la contaminación’.
Financiado con fondos europeos, el sistema ha sido presentado este viernes en la Base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid), donde efectivos de la Unidad Militar de Emergencias han simulado actuaciones de descontaminación química y extinción de incendios con el prototipo.
El sistema consta de una o varias boquillas o aspersores unidas a una tubería o columna que propagan un chorro de niebla con gotas de líquido del tamaño de micras, que colisionan con las partículas nocivas del aire, las agregan y dejan caer o adhieren a superficies, donde después se pueden tratar de una forma controlada.
Su instalación está recomendada en cualquier situación donde los agentes contaminantes supongan un riesgo para la salud de las personas, ya sea un escape de gas o radiactivo, un ataque terrorista con agentes biológicos o químicos, un accidente en una fábrica, el humo de las ciudades o un incendio. En este caso, es especialmente útil además contra la expansión del fuego, ya que, según ha explicado el director del proyecto, ‘la acumulación de humo es clave en el inicio de un incendio y este sistema, además de enfriar el humo, lo retira’.