Un grupo de investigadores de la Universidad de Birmingham, ubicada en Reino Unido, desarrolló un pequeño sensor para colocar en el lomo de las palomas, con el objetivo de recoger datos sobre el clima. Rick Thomas, el científico que lidera el proyecto, explicó que este tipo de aves podrían ayudar a combatir la contaminación del aire y el cambio climático.
La práctica consiste en ponerles el chip y de esta manera recolectar información sobre las variaciones en temperatura, humedad y viento de cada zona en las ciudades grandes,así como la ubicación (GPS) y la presión de aire.
“Muchas personas dicen, ‘¿Y por qué no utilizas un dron?’”, contó Thomas. Sin embargo, los drones ya causaron varios problemas en Reino Unido últimamente por lo que agregó: “No podemos usar drones tan alto, pero los pájaros sí pueden volar por todos lados”.
El motivo por el que no pueden usarlo tiene que ver con los problemas que hubo el año pasado. Uno de ellos ocurrió a fines de 2018 cuando en Gatwick, el segundo aeropuerto más grande, se tuvo que cerrar debido al alto tráfico de drones en el aire.
Anteriormente, en 2017, hubo 92 casos de aviones y drones que estuvieron a punto de colisionar, según con la Junta de Airprox de Reino Unido. Podría haber terminado en varias tragedias.
Por este motivo, los científicos decidieron usar palomas lo que seguramente genere un fuerte repudio de parte de los proteccionistas de animales. Pero el estudio ya está en marcha: desde el proyecto trabajan con voluntarios locales que crían palomas mensajeras, una variedad de ave que fue criada de forma selectiva por su habilidad de volver a casa. Una vez que salen con el chip y vuelven se los extraen y descargan los datos.
A la hora de diseñar los sensores, el equipo siguió orientaciones generales estrictas para asegurarse de que no causar daño a las palomas. La mochila compone menos de un 3% del peso corporal de la paloma, lo cual es estándar cuando se utilizan animales y equipo científico.