Relacionan la exposición a la contaminación de ozono con un daño a la salud cardiovascular

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La exposición a la contaminación de ozono podría provocar deterioro de la función pulmonar, además parece estar relacionada con cambios en la salud que pueden causar enfermedades cardiovasculares, como ataques cardíacos, presión arterial alta y accidente cerebrovascular.

 
Estas son las principales conclusiones de un estudio realizado por un equipo de la Universidad de Duke, la Universidad de Tsinghua, la Universidad Duke Kunshan y la Universidad de Pekín (China).
 
El ozono a nivel del suelo es uno de los principales componentes de la niebla tóxica. Éste se forma por la reacción con la luz solar (fotoquímica) de contaminantes como los óxidos de nitrógeno procedentes de las emisiones de vehículos o la industria y los compuestos orgánicos volátiles emitidos por los vehículos, los disolventes y la industria. Los niveles de ozono más elevados se registran durante los períodos de tiempo soleado.
 
‘Sabemos que el ozono puede dañar el sistema respiratorio, reducir la función pulmonar y causar ataques de asma’, ha afirmado el autor del estudio Junfeng Zhang, de Duke y Duke Kunshan University, quien destaca que con este estudio se quería confirmar ‘si el ozono afecta a otros aspectos de la salud humana, específicamente el sistema cardiovascular’.
 
Zhang y sus colegas estudiaron 89 adultos sanos que viven en la ciudad de Changsha, China, durante un año. Ellos monitorearon los niveles de ozono en interiores y al aire libre, junto con otros contaminantes. A cuatro intervalos, el equipo del estudio tomó muestras de sangre y orina de los participantes y mediante una espirometría examinaron un conjunto de factores que podrían contribuir a enfermedades cardiovasculares y respiratorias.
 
El equipo examinó la inflamación y el estrés oxidativo, la rigidez arterial, la presión arterial, los factores de coagulación y la función pulmonar en los participantes. Observaron la activación de las plaquetas (un factor de riesgo para la coagulación) y un aumento de la presión arterial, lo que sugiere un posible mecanismo por el cual el ozono puede afectar la salud cardiovascular. Estos efectos se encontraron con una exposición al ozono menor que la que afecta a la salud respiratoria y menor que los estándares actuales de calidad del aire de la Agencia de Protección Ambiental (EPA).
 
‘Este estudio muestra que los estándares para la exposición segura al ozono deben tener en cuenta su efecto sobre el riesgo de enfermedades cardiovasculares’, concluyó Zhang.
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