Una instalación piloto de un reactor de columna de burbujas, concebido y desarrollado para transformar la chatarra de metales en arrabio y lodos de metales no ferrosos ha sido puesta en marcha en la ciudad de Mtsensk, en la provincia rusa de Oriol.
Además de la fundición de metales, la columna de burbujas gaseosas producirá combustibles a partir de residuos carbonosos.
A día de hoy, más del 95% de arrabio mundial se produce en altos hornos, gigantescas instalaciones que fabrican miles de toneladas de metal por día.
Sin embargo, los altos hornos convencionales requieren unas materias primas de alta calidad, ya que reciclar en ellos residuos es tecnológicamente y económicamente poco práctico. Sin embargo, solo en las plantas rusas, se generan anualmente más de cinco millones de residuos de materias primas.
Según los desarrolladores, la ventaja más importante de esta nueva tecnología es que ayuda a reducir el consumo específico de energía: un 20-30% por debajo de los mejores competidores mundiales.
Además, otra ventaja de esta planta es que no genera las sustancias extremadamente peligrosas para el medio ambiente que producen otras instalaciones de este tipo.