Un centenar de expertos estudiarán los efectos del cambio climático en la Antártica con el lanzamiento en noviembre próximo de radiosondas y globos meteorológicos, en el marco de los aportes que hará Chile al año de la predicción polar de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
“La Antártica es el lugar necesario para medir los efectos del cambio climático porque los frentes donde mejor se libra esa batalla son los polos; lugares que determinan las anomalías climáticas que se esperan en los hemisferios”, explicó el científico Raúl Cordero.
El académico del departamento de Física de la Universidad de Santiago participa en esta iniciativa patrocinada por la Organización Meteorológica Mundial (OMM), que involucra a decenas de países con el objetivo de estudiar la atmósfera de los polos, y que se extenderá hasta mediados de 2019.
Según Cordero, la combinación entre los efectos del calentamiento global y el agujero de ozono han provocado significativos cambios en la atmósfera antártica, por lo que estudiar esa zona permitirá “entender el futuro” del planeta.
“La contribución de Chile es la mejor caracterización de la nubosidad, medir el espesor óptico de las nubes y la fracción de hielo en la nubosidad; propiedades necesarias para calibrar modelos meteorológicos, mediciones satelitales y mejorar las proyecciones“, detalló el científico.