La prueba del nuevo motor X3 creado por la NASA ha constituido la culminación de más de cinco años de investigación con el objetivo de reducir la duración del viaje y la cantidad de combustible necesario para grandes misiones espaciales.
El X3 es uno de los tres prototipos de motor que la NASA está probando para poder ser usado en futuras misiones tripuladas a Marte; todos ellos están destinados a reducir tanto el tiempo de viaje como la cantidad necesaria de combustible.
Durante una prueba reciente, el motor batió un récord jamás conseguido por ninguno de los otros propulsores de efecto Hall, logrando una mayor potencia y empuje.
El mecanismo, al que fue tildado de ‘motor imposible’, posee unas propiedades que ni siquiera los científicos han logrado definir completamente.
El motor llegó a niveles de empuje nunca antes visto, logrando alcanzar los 5,4 newtons de fuerza, 2,1 newtons por encima del anterior récord, que alcanzó solo 3,3. Además, también mejoró de manera notable la intensidad de corriente eléctrica, que pasó de 112 amperes a 250, y ligeramente la potencia, de 98 a 102 kilovatios.
Una de las ventajas con las que cuenta el propulsor es que puede alcanzar velocidades máximas utilizando una pequeña cantidad de combustible, al contrario de los cohetes químicos. De ahí que la NASA haya estado desarrollando el propulsor modelo X3 junto con sus socios.
Pero probar este tipo de propulsores en la Tierra no es nada sencillo, ya que se necesita una cámara de vacío con la suficiente capacidad para instalar el motor. Posteriormente es necesario extraer todo el aire de la cámara, un proceso que dura cerca de veinte horas.
A comienzos de 2018, el equipo planea realizar más pruebas en el laboratorio de Gallimore utilizando una cámara de vacío mejorada.