El deshielo de algunas partes del mundo está descubriendo no solo la tierra, sino todo lo que escondía durante miles de años.
Consecuencia de ello, un equipo de la Academia Rusa de Ciencias de Moscú descubrió en el agujero fosilizado de una ardilla de la época glaciar la planta en flor silene stenophylla.
Esta especie, después de haber pasado por las pruebas de radiocarbono, resultó tener casi 32 mil años. La planta había estado a una profundidad de 38 metros y a una temperatura de −7°.
Con este hallazgo, los científicos empezaron a ver la mejor forma para revivir la planta y están utilizando hormonas de crecimiento para hacerla florecer otra vez. Según informa Proceedings of the National Academy of Sciences, estas serían “los organismos vivos más ancestrales, viables y multicelulares”.
Algunos científicos esperan encontrar más semillas que puedan florecer sin necesidad de algún tratamiento.