El gobierno chino ya ha prohibido los «mataderos» de animales exóticos y perros, pero lamentablemente esto forma parte de su cultura. Es así como aún se mantienen algunos de estos locales, manejados por personas que no han desarrollado ningún tipo de afecto por esas especies.
Lo cierto es que sí existen esas personas que luchan por los animales, que buscan una manera de que puedan vivir tranquilos y sin miedo a ser comidos.
Uno de ellos es el artista Pian Shan Kong, quien se ha convertido en un activista empedernido en la lucha contra el consumo de perros en su país. Según la Asociación Animalista Libera, suele viajar por toda China llevando su mensaje.
Para que esto se cumpla expone su piel y se encierra en una jaula frente a los mataderos, de esa forma intenta transmitir desde su humanidad lo que sufre cada uno de esos pobres canes.
Este artista no es para nada joven, con 47 años ha despertado la conciencia de muchos y deja claro que nunca es tarde si se quiere mejorar. Pero esta es una fuerte lucha, pues además de «tradición» es un negocio lucrativo que seguro algunos por avaricia no querrán dejar.
Esto debido a que el consumo de carne de perro en este país se remonta a miles de años de antigüedad, lo que hace de esta barbaridad algo socialmente aceptable.
Aunque no por esto debemos caer en estereotipos, pues no todo el país de China consume a este animal casero. Son algunos pueblos los que no han decidido seguir adelante y olvidar este hábito de maltrato, que por suerte entró dentro de la ilegalidad.
Existieron rumores sobre la creación del coronavirus, algunos decían que provenía del consumo de murciélago.
Esto nos da una alerta sobre el daño que hace comer estos tipos de animales que no poseen cuidados de granja y cualidades alimenticias. Ya la naturaleza envió una señal al mundo y activistas como Pian Shan Kong siguen luchando, esto le dice a aquellas poblaciones que están erradas y deben cambiar.
Encerrarse en una jaula no es lo único que hace para combatir con este negocio, él suele también arrodillarse y pedir perdón a la naturaleza por este tipo de actos deshumanizados. Aunque sea víctima de burlas y amenazas no se rinde pues sabe que lucha por algo en lo que tiene la razón, las personas buenas nunca pueden ser las víctimas.