Se firmó el acta para la ejecución del primer tramo del denominado Colector Cloacal del Oeste II, un nombre muy técnico, pero que no es otra cosa que la ampliación del sistema para la recolección de líquidos cloacales que comienza en uno de los sectores más poblados, atraviesa la ciudad y termina en la planta Tronador para su tratamiento.
La obra, financiada en sus dos terceras partes por el gobierno nacional y la otra por la provincia, permitirá un tratamiento intensivo de todas esas aguas negras que siempre resultaron potencialmente peligrosas para la contaminación de los ríos, en este caso del Limay.
El gobierno informó que el proyecto cuenta con un plazo de ejecución de 720 días y beneficia en forma directa a 22 mil usuarios en principio. Sin embargo, en un futuro lo hará para 150 mil habitantes.
‘Son 22 kilómetros de cañería que permitirán terminar con los desbordes cloacales y mejorar la calidad de los sectores más vulnerables de ese sector de la ciudad, pero que en realidad van a beneficiar a todos los habitantes porque forman parte de un sistema donde contamos con la Colectora Central Máxima que ya inauguramos’, explicó el gobernador Omar Gutiérrez junto al subsecretario de Recursos Hídricos de la Nación, Pablo Bereciartúa.
La obra consiste en la construcción de una colectora dividida en dos tramos, uno a gravedad y otro por impulsión. El primero de ellos consiste en el tendido de 12 mil metros de cañería. Este tramo está constituido por dos ramales principales que se unen en la intersección de las calles Laprida y Crouzeilles.