Autos y tecnología avanzan de manera decidida para proveer al cliente productos ecológicamente amigables. Los últimos meses fueron especialmente pródigos en novedades en esa materia ligadas al sector automotor.
Por un futuro “Cero Emisión” (Z.E), la Alianza Renault-Nissan apuesta fuerte a los vehículos recargables, haciendo foco en el almacenamiento de energía en baterías de iones de litio (Li-Ion). Esto permite cargarlos en cualquier estación de la red eléctrica o durante la noche en el domicilio del conductor, en un garage o estacionamiento.
En julio del 2013, la alianza Renault-Nissan vendió su vehículo Cero Emisión número 100 mil, oportunidad en la que se calculó que los vehículos eléctricos de ambas marcas habían recorrido 841 millones de kilómetros en modo cero emisión, lo que implica un ahorro de 53 millones de litros de petróleo y unos 124 millones de kilogramos de CO2 no emitidos.
El primer vehículo de este tipo lanzado por la alianza fue un Nissan LEAF (diciembre de 2010), actualmente el eléctrico más vendido del mundo, con más de 7 mil conductores (representa más de la mitad de las ventas mundiales de vehículos 100 por ciento eléctricos). En ese orden, Renault es líder europeo: la marca vendió más de 30 mil vehículos eléctricos desde fines de 2011 con el lanzamiento de su primer modelo, el Kangoo Z.E; además, ofrece el sedán Fluence Z.E., el Twizy (cuatriciclo urbano de dos plazas) y el Zoe.
Basado en el Clio IV, el Renault Zoe fue diseñado a partir de su pequeña unidad impulsora, un motor eléctrico que entrega una potencia máxima de 88 CV (65 kW) y un torque constante de 220 Nm (22,4 kgm). Su velocidad máxima se limita a 135 km/h, para preservar la autonomía de la batería. Ofrece una autonomía de 210 km. Para recargar la batería, Renault desarrolló el cargador Chameleon, que permite adaptar la fuente de alimentación y entrega hasta 43 kW.
El BMW i3 se sumó al segmento en julio pasado. Emplea baterías de 22 kW, cuya duración cubre una distancia de entre 80 y 100 kilómetros. Su motor eléctrico entrega una potencia máxima de 170 CV y un par motor de 25,4 kgm; la energía que consume proviene de células acumuladoras de ión-litio.
Entre los candidatos a sustituir al petróleo en los coches del futuro cercano está el hidrógeno, que podría imponerse a la electricidad. El hidrógeno combinado con células de combustión convierte a los coches en limpios (del tubo de escape sólo sale vapor de agua, ni dióxido de carbono ni otras partículas nocivas). Al funcionar a partir de células de combustión, superarían la limitación de los coches a batería, que dependen, para ser realmente ecológicos, del modo en que se genere la electricidad (cuestión no menor).
Toyota presentó en el Consumer Electronics Show (CES 2014) de Las Vegas el FCV (Fuel Cell Vehicle), un automóvil de cuatro puertas que funciona con hidrógeno. El vehículo saldrá a la venta en 2015. Puede alimentarse de un toma corriente doméstico o de una estación de recarga pública. En el mercado estadounidense se venderá este año, y podría llegar a la Argentina en 2016.
VW presentó recientemente las versiones con batería del Up y del Golf. Daimler participa con el Smart ed y la variante eléctrica del Clase B, y Ford subraya que las tres alternativas actuales a los motores térmicos (coches 100 por ciento eléctricos, híbridos “enchufables” e híbridos convencionales) están presentes en su portfolio (uno de sus proyectos es el Focus Eléctrico).
En Argentina. Renault trabaja en un proyecto que agilice la comercialización de vehículos eléctricos en el país, dentro de su plan global de sustentabilidad. Por otro lado, en 2013, la firma ArqBravo presentó en Tecnópolis cuatro modelos de autos eléctricos de industria nacional que apunta a producir localmente.
Continuamente, la tecnología suma dispositivos que ahorran electricidad. La telefonía es una de las más prolíficas al respecto; el año pasado, Noblex lanzó una línea de teléfonos inalámbricos con innovaciones que permitían reducir el consumo eléctrico, los modelos NDT-1000 y NDT-900, dos equipos con función Eco Mode.
Los usuarios de telefonía también pueden comportarse de manera “eco-friendly” en sus prácticas cotidianas: por ejemplo, cargando la batería de sus celulares por USB, un recurso que permite alargar su vida útil. La clave pasa por los miliamperes que van cargando la batería: mientras el puerto USB llega, a lo sumo, a 500mA, un cargador de pared hasta puede cuadriplicar ese valor (un caudal superior de electrones pasando hacia la batería en el cargador de pared genera más calor y reduce la vida útil de las baterías de litio-ión).
En un contexto cada vez más orientado a la reducción de emisiones, el Instituto Argentino de Responsabilidad Social Empresaria (Iarse) lanzó recientemente el EPA!, un programa para promover la adopción de conductas social y ambientalmente responsables en el público interno y la cadena de valor de las empresas, mediante el estímulo de hábitos de ahorro. Apunta así a concretar el ahorro de recursos de Energía (E), Papel (P) y Agua (A), a través de acciones simples y cotidianas. En ese marco, la semana pasada se anunció que la cementera Holcim se sumó al programa.
Norman Berra
