La central térmica de Hazelwood, con el 3% de las emisiones de gases de efecto invernadero de toda Australia, ha dejado de operar para siempre.
Tras más de medio siglo en funcionamiento, el 29 de marzo se desconectó de la red eléctrica del país el último de los generadores que seguía activo que era, precisamente, el más antiguo, ya que estaba en funcionamiento ni más ni menos que desde 1964.
Solo dos días hicieron falta para desactivar, uno a uno, los ocho generadores de esta planta situada a unos 150 kilómetros de Melbourne, con la que se cubrían el 5% de las necesidades de consumo eléctrico de Australia y el 25% de las del estado de Victoria.
‘Hazelwood produjo sus últimos megavatios y ahora empezaremos con el difícil proceso de desmantelamiento de la mina y de la planta’, explicó en una carta de despedida el director en Australia de Engie, multinacional francesa que es accionista mayoritaria de la central.