Con el fin de minimizar riesgos y preservar la salud y el ambiente en general, desde hace 13 años Florencio Varela mantiene su decreto municipal que prohíbe la fabricación, preparación, exhibición, venta o tenencia de elementos de pirotecnia en todo el distrito.
La medida, rotulada como inédita y polémica al momento de instalarse, es seguida cada vez por más municipios de todo el país. La ciudad de La Plata rompió este año con el tradicional show de fuegos artificiales como cierre de los festejos por el aniversario de su fundación en noviembre pasado.
Desde la Comuna destacaron que ‘los fuegos artificiales quedaron en el pasado’, en relación a que generan contaminación sonora y afectan a las personas autistas, ya que tienen mayor sensibilidad auditiva. A su vez, los estruendos son dañinos para los animales, especialmente para los perros.
Por otro lado, hay al menos tres provincias (Mendoza, Neuquén y Tierra del Fuego) las que prohíben la pirotecnia en su territorio, al igual que lo hacen a través de sus respectivos decretos comunales (aunque cada uno con particularidades propias), distritos de la región como Berisso, y otros del interior como Merlo y La Punta en San Luis, Villa Mercedes, Bahía Blanca, la ciudad de Córdoba, Jesús María, unas 20 localidades cordobesas; y demás distritos de Santa Fe, Jujuy y otras provincias.
Lo cierto es que la mayoría coincide en la notoria baja de pacientes que ingresan a los hospitales por lesiones provocadas por el uso de pirotecnia, así como también los incendios derivados de los fuegos de artificio.
