Ezeiza encabezó una fuerte movida a favor de los derechos de los animales: una carrera contra la tracción a sangre (TAS). El municipio se embanderó con la causa y la actividad emocionó a todos en los bosques locales.
Incluso, Facundo Palomino, un deportista comprometido con la causa, corrió 20 kilómetros arrastrando un carro, para simbolizar el sufrimiento al que se someten miles de caballos en el país.
La iniciativa, encabezada por la gestión del intendente Gastón Granados, y contó con el apoyo de la Secretaría de Protección y Bienestar Animal, encabezada por Carolina Basso.
Así fue la carrera contra la tracción a sangre en Ezeiza
La carrera, realizada junto a Ailín Jeanney, también atleta y defensora de los derechos de los animales, se hizo como un llamado de atención urgente sobre esta problemática.
Granados se unió al reto también al acompañar a Palomini en un tramo de la carrera. Se hizo en los bosques de Ezeiza, a pocos kilómetros del Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini.
El evento estuvo cargado de emoción, ya que se rememoró a Atlas, el caballo que inspiró este movimiento contra la práctica. Cada paso durante la carrera fue un homenaje a las víctimas silenciosas de la tracción a sangre.
Corrió 20 km con un carro: la historia de Atlas y Palomino
El 22 de febrero de 2017, Atlas llegó a la vida de Facundo Palomino. Aquel caballo, sobreviviente de la crueldad de la tracción a sangre, se cruzó en el camino del atleta por primera vez en un santuario de animales en General Rodríguez, donde se recuperaba de un terrible accidente.
Días antes, había sido rescatado en la ruta luego de que un vehículo chocara contra el carro que arrastraba, lo que lo dejó con una pata fracturada.
Pese al esfuerzo, los años cargando carros con pesos que doblaban su capacidad habían deteriorado mucho el cuerpo de Atlas y falleció.
Sin embargo, dejó una fuerte marca en Palomino y en muchas personas que lo conocieron. “Voy a usar mi propio cuerpo para demostrar lo que los caballos sufren”, había dicho el atleta.
Esa promesa se materializó en los bosques de Ezeiza, cuando Facundo corrió más de 20 kilómetros cargando un carro. Corrió junto a su compañera de lucha, Ailin Jeanney, también atleta y activista vegana.
“Yo estoy acá porque lo elegí, pero ellos no eligen su destino. Está en nosotros cambiarlo”, agregó Palomino.
El trabajo de Ezeiza contra la TAS
El municipio (donde la TAS está prohibida), con la Secretaría de Protección y Bienestar Animal al frente, lleva adelante un programa de intercambio voluntario de caballos y carros por una moto carro.
“Esta acción que realizamos junto a Facundo en honor a los caballos es una petición de la prohibición de tracción a sangre animal a nivel nacional. Él tiró de un carro como si fuera un equino y de esa manera demostró el sufrimiento y los esfuerzos de los caballos”, aseguró Basso.
“Este acto fue voluntario, pero en el caso de los caballos no y ellos muchas veces no tienen descanso, muchas veces son alquilados, muchas veces además de todo esto, también son maltratados y no provistos de atención veterinaria, ni de la alimentación adecuada ni de los cuidados que necesita”, agregó la funcionaria.
“En Ezeiza está prohibida la tracción a sangre animal. Hay una ordenanza y un programa por el cual se entregan caballos y los carros a cambio de una moto carro. Ya llevamos rescatados 262 caballos“, detalló.
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