Construir un acuario que sea capaz de albergar el arrecife de coral más grande del mundo, fuera del océano, no es una labor que se improvise. Y menos aún, cuando este esfuerzo se realiza con el propósito de lograr reproducir un ecosistema amenazado de extinción, que se convierta en una esperanza para las especies de corales del mundo.
Hace más de un año que la construcción de Coral Kingdom empezó a gestarse. Dentro de los propósitos de Loro Parque en la lucha de recuperación de especies en peligro, los corales se convirtieron en una de las prioridades. Estos hermosos animales componen, reunidos por miles, los arrecifes de coral. Y estos, a su vez, se organizan como complejos ecosistemas en los que coexisten numerosas especies de peces y otros invertebrados.
Se estima que una cuarta parte de la biodiversidad de todos los océanos y mares del mundo dependen de los arrecifes coralinos para alimentarse o reproducirse. Su valor medioambiental es incalculable.
Cómo se construye el mayor arrecife de coral
La construcción del enorme acuario comenzó con la instalación del impresionante cristal serpenteante de casi 40 metros. Un proceso muy delicado en el que enormes grúas y complejos mecanismos de instalación entraron en juego. El objetivo: conseguir un ventanal de absoluta transparencia que “fluya” en el espacio igual que el agua que contiene, gracias a sus formas sinuosas.
Después, el interior debía reproducir exactamente las características del arrecife del indopacífico. Cada elemento es estudiado con detalle: las rocas, la arena del fondo y la luz tienen importancia en el mantenimiento del equilibrio del ecosistema.
Otro de los aspectos importantes es el que se refiere a las corrientes de agua que deben recorrer el interior del acuario. Asegurarse de que todos los individuos que viven dentro reciben las adecuadas cantidades de nutrientes depende en buena medida de ella. Para ello se han instalado 9 bombas especialmente programadas para generar y simular las corrientes marinas.
Este proceso de creación de un arrecife, con tantas especies conviviendo, requiere de una formulación específica en la que las interacciones entre cada especie se tienen en cuenta. Como ejemplo, las gorgonias, una especie de coral que no tiene sus propias algas (zooxantelas) igual que otras especies, necesitan de una alimentación casi constante para sobrevivir y mantenerse sanas. Para conseguirlo, las corrientes de agua que les hagan llegar su alimento son fundamentales.
La calidad del agua, el mantenimiento de sus condiciones en perfecto estado con más de 8000 corales y 5000 peces viviendo dentro del acuario, es un trabajo de precisión: Un ejercicio de coordinación entre diferentes equipos de los biólogos, personal de mantenimiento, buzos, y acuaristas, entre otras personas. Un esfuerzo que está apunto de dar un espectacular fruto en una instalación que será una oportunidad para aprender sobre estos arrecifes y la manera de protegerlos en la naturaleza.
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