Las bolsas plásticas son un gran problema, contaminan mucho y tardan cientos de años en degradarse. Para ayudar a combatir el plástico, Kevin Kumala, un joven indonesio, creó bolsas hechas de mandioca que se deshacen al estar en contacto el agua.
Kevin Kumala, biólogo oriundo de Bali, creó bolsas elaboradas a base de fibras de la planta de la yuca y resinas de origen natural.
La yuca, también llamada mandioca, es un tubérculo que se cultiva en condiciones de calor y humedad principalmente, aunque también se adapta muy bien a climas adversos y resulta un cultivo de bajo costo económico.
Las bolsas de yuca desaparecen en tan solo 100 días.
“Quería demostrar que este bioplástico es tan inofensivo para los animales marinos que un humano puede ingerirlo; no estaba nervioso (por tomarlo) porque había pasado pruebas de toxicidad”, dijo a CNN.
El material de estas revolucionarias bolsas es “100% biodegradable” y se descompone en la tierra o en el mar, o también instantáneamente en agua caliente.