El ARA “Almirante Irízar” se encuentra navegando de regreso de la base Belgrano II. La navegación pasando el paralelo 80° S tiene la particularidad de la aparición de hielos durante la derrota y esta unidad naval tiene la capacidad de romperlos.
El hecho de que Argentina posea uno de los rompehielos más modernos del mundo encuentra su explicación en la presencia ininterrumpida en el continente antártico desde 1904. Su capacidad para abrirse paso entre los hielos es lo que permite el sostén logístico de las actividades en Belgrano II, la base argentina más austral, a unos 1.300 km del Polo Sur.
Luego de su modernización, el sistema de propulsión del “coloso naranja” fue dotado con cuatro motores generadores diesel de 4500 kw y dos motores de propulsión eléctricos de 6500 kw. De esta manera, el buque puede trasladar sus 14.400 toneladas llegando a una velocidad máxima de 17.2 nudos.
La navegación en el extremo sur del Mar de Weddell es posible gracias a su capacidad para romper hasta 6 metros de hielo marino. Sin embargo, esto no sólo se logra por el peso propio de la unidad y por su línea de casco prolongada.
Cuando las bandejas de hielo son más espesas, y la unidad no puede abrirse paso entre ellas por su propia velocidad, la unidad comienza a trabajar con el sistema de trimado. El mismo consiste en un movimiento no autónomo que permite controlar el calado de la proa y la popa según sea necesario, desplazando un volumen de hasta 600 metros de agua de un sector a otro en solo segundos.
Esto sucede con el llenado o vaciado de los tanques 2 proa y 22 popa que posee la unidad. Si el hielo a atravesar tiene gran dureza, el rompehielos se embica (monta) y comienza a llenar y vaciar los tanques con agua de mar, generando un movimiento de vaivén que producirá la fractura.
En este momento también comienza a operarse el sistema de burbujeo, el cual está presente en 4 sectores (dos a proa y dos al través) y es dirigido desde el puente de comando. Su función es despegar las placas de hielo del casco de la unidad, lo cual es posible por la eyección de “agua revuelta con aire”.