En todo el mundo la industria automotriz está en alerta por la escasez de combustible fósil. Tal es así que las principales marcas han dedicado gran cantidad de recursos a la investigación de motores que puedan funcionar con otras energías, limpias y renovables.
En Europa, Estados Unidos, Israel y otras plazas avanzadas en el rubro, los rodados que funcionan a partir de electricidad están aumentando en ventas a un ritmo espectacular, por lo que se calcula que para 2050 esta tecnología abarcaría al 100 por ciento del parque total.
En Argentina, el proyecto Arena Automotriz de la Costa tiene la idea de avanzar en el desarrollo de dos modelos, a partir de los resultados obtenidos con un prototipo para experimentación llamado Concept M1. En sus pruebas demostró eficiencia, seguridad y confort.
En líneas generales, el proyecto consiste en reemplazar el motor a combustión por uno eléctrico, alimentado con baterías tradicionales de plomo ácido, lo que permitiría una autonomía de entre 40 y 50 km sólo con una carga. Son una opción a las de litio, que si bien poseen mayores prestaciones, por ser importadas son muy costosas.
Según relata el ingeniero a cargo de AAC, Daniel Mazzeo, “si se compara el Concept M1 con un vehículo que utiliza combustible fósil el gasto de alimentación energética es de 1 peso por cada 10 de nafta”. Esto siempre y cuando abastezca de la red eléctrica, ya que si se toma como fuente la producida en casa, ya sea solar o eólica, el costo directamente desaparece.
En la actualidad hay en proyección dos modelos distintos de automóviles, que serían desarrollados íntegramente en el Partido de la Costa, con mano de obra del lugar y mayoría de componentes de origen nacional. Uno es de uso familiar llamado Arena Urbano y otro deportivo, el Arena Tango.
El Arena Urbano tiene capacidad para cuatro pasajeros y una autonomía de 80 km – usando baterías de plomo ácido – con un tiempo de recarga de ocho horas y de cambio de las mismas de 20 minutos aproximadamente. Alcanza una velocidad máxima de 80 km/h.
El Arena Tango, en cambio, puede llegar a los 150 km/h y dispone de una autonomía de 150 km, con las mismas características de carga que el anterior.