La Tierra tiene 1.386 millones de kilómetros cúbicos de agua, lo que equivale al 70% de su superficie. Multitud de proyectos trabajan para extraer energía limpia de las grandes masas de agua como son los océanos. Algunos de ellos ya activos en España, demuestran la capacidad de la energía undimotriz, es decir, la generada por las olas del mar. Sin embargo, en la fuerza de los riachuelos o grandes ríos que recorren este país también hay una oportunidad para ofrecer electricidad más barata a las casas vecinas a través de turbinas para ríos.
El equipo detrás de la empresa alemana, Energyminer, compuesto por Chantel Niebuhr, Georg Walder y Richard Eckl, ha creado esta turbina compacta y sumergible a la que han llamado Energyfish. “Un banco de 100 Energyfish ahorra alrededor de 2.300 toneladas de CO2 al año, lo que equivale a compensar las emisiones anuales de unos 1.700 coches pequeños”, asegura la compañía en su página web.
Como si fuera una boya en el mar, estas pequeñas centrales hidroeléctricas flotan entre la profundidad y la superficie de los ríos aprovechando la fuerza de su cauce, pero sin interrumpir la vida en ellos. Esta es la clave que defienden sus responsables, alcanzar la “perfecta armonía con la naturaleza”, generando electricidad verde para abastecer a más de 400 hogares con un enjambre de estas turbinas para ríos.
¿Cómo funciona Energyfish?
La idea es sencilla, producir energía las 24 horas con el impulso del agua que cae en el caudal del río. Sin embargo, de las palabras a la realidad hay un trecho lleno de inconvenientes que la empresa ha tenido que sortear. Entre sus ventajas con respecto a otras soluciones, las turbinas para ríos de Energyminer enumera cuatro: su funcionamiento silencioso y casi invisible al no verse apenas desde la superficie del río; que no supone una amenaza para los peces; su instalación y mantenimiento son sencillos; y por último, que funciona todo el año de forma constante independientemente de las condiciones climáticas.
La electricidad generada por Energyfish se vuelca directamente en la red eléctrica local para suministrar energía limpia a los vecinos de ese pueblo o ciudad. Supone una fuente de energía de baja tensión disponible las 24 horas, pues solo alcanza los 6 kilovatios.
Su instalación es también sencilla, lo único que requiere es sujetar el sistema en el lecho del río. Sin necesidad de estructuras de hormigón o muros para crear una presa, el Energyfish se queda flotando fija gracias a ese agarre y comienza a funcionar. Este proceso de instalación se completa en pocas semanas.
Después, cada minicentral hidráulica se monitorea las 24 horas para comprobar su correcto funcionamiento. Energyfish es una central hidrocinética submarina compacta compuesta por un sistema de turbina robusto que ha sido diseñada para mantenerse en funcionamiento incluso ante las peores condiciones climáticas.
En caso de haber marea alta o hielo, el Energyfish se adapta hundiéndose automáticamente hasta el fondo del río donde está a salvo, pero sigue produciendo energía de forma constante. Así asegura la empresa que su iniciativa es independiente a cualquier condición climática que pueda darse en diferentes regiones a lo largo del año.
Por su diseño, esta central está protegida contra algas y otros objetos, como troncos o suciedad, que puedan flotar en las aguas. De igual manera, la maya frontal que se sitúa entre la sujeción y la turbina, impide que los peces grandes puedan acceder, solo el agua la atraviesa y así, se evita que la estructura impacte en la vida marina del río. En cuanto a los peces de menor tamaño, “pueden nadar con seguridad a través de los rotores que giran lentamente, si es golpeado, el pez es empujado suavemente sin sufrir daños”, afirman.
Cientos de hogares
Aunque se describe como una central hidráulica compacta, tiene un tamaño de 3 x 2,4 x 1 m y pesa cerca de 80 kilogramos. Debido a estas dimensiones, el río en el que se instale debe contar con más de un metro de profundidad y tener un caudal mínimo de 1,0 m/s.
No obstante, el máximo indicado es de solo 2,5 m/s, teniendo en cuenta que el río Ebro alcanza los 27 m/s. De todas formas, la compañía no descarta usar su propuesta en grandes ríos navegables, en cuyo caso, bastaría con instalar estas turbinas fuera del canal de navegación para no obstaculizar el tráfico marítimo.
Como único posible impacto, en Energyminer reconocen que el caudal del río sufre una pequeña ralentización cerca del ‘pez eléctrico’: la velocidad del flujo disminuye ligeramente, pero después de un corto recorrido de 20 metros, el río vuelve a alcanzar su velocidad original.
El primer modelo de esta turbina ya se ha instalado en un río de Múnich. Aseguran sus creadores que uno de estos equipos produce una media de 15 megavatios hora al año con una potencia máxima de 6kW. Además, se calcula que la vida útil de estas centrales es aproximadamente de 10 años.
La empresa propone crear en ríos anchos un enjambre con hasta 100 Energyfish que pueden generar un rendimiento anual de hasta 1,5 gigavatios hora, “lo que corresponde al suministro de aproximadamente 470 hogares” según sus cálculos. Este rendimiento solo se puede asociar a grandes aerogeneradores.