Mediante el uso de bacterias, científicos mexicanos han restaurado ecosistemas acuáticos dañados por derrames de petróleo, informó el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional de México.
Uno de los investigadores, Daniel Cerqueda, contó que se trata de un método de biorremediación mediante ‘el uso de organismos vivos para tratar un tipo de contaminante’.
La intención es encontrar qué microorganismos o bacterias sobreviven al petróleo y pueden limpiar el agua, pues ‘el petróleo es tóxico para los organismos multicelulares como las plantas y los peces, pero para las bacterias no, pues se lo pueden comer. De hecho, la mayoría de ellas son benéficas’.
La investigación se compone de varias etapas: la descripción de microorganismos o bacterias que están en la zona, la catalogación de las mismas y el traslado mediante muestras al laboratorio.
Por último, los expertos prueban la eficiencia y capacidad de las bacterias para degradar los hidrocarburos.
Si bien cuando el petróleo impacta en un ecosistema la propia naturaleza se vuelve a equilibrar, la intención, según Cerqueda, es hacerlo de una forma más consciente y sistemática para ‘explotar esas capacidades de los organismos’.