El desarrollo parte de la necesidad de la empresa InWash de reducir el consumo del agua empleada y encontrar alternativas para reutilizar y optimizar este recurso. Con más de 15 años en el mercado y de la mano del crecimiento del parque automotor, la empresa cuenta con 22 lavaderos en la provincia de Córdoba.
En este contexto, el lavadero InWash se propuso avanzar en una posible solución a fin de gestionar el agua ―recurso limitado y estratégico― y, a su vez, generar un sistema de recirculación. En función de las características del proyecto, la tecnología a desarrollarse y su alto impacto, la empresa obtuvo financiamiento de la Agencia Córdoba Innovar y Emprender para llevarlo adelante.
Por su parte, un equipo de trabajo de la sede Córdoba del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) tuvo a su cargo el diseño, desarrollo, implementación y puesta a punto de un prototipo para la reutilización del agua de lavado generada en el sistema de autolavado de vehículos.
Una vez caracterizado el efluente, se realizaron ensayos para determinar su tratamiento adecuado y su aplicabilidad en uno de los laboratorios que el instituto tecnológico tiene en la capital mediterránea. A la hora de encarar la tarea, también se consideraron la normativa vigente y antecedentes de sistemas de tratamientos de tipo industrial.
El grupo del INTI responsable del desarrollo estuvo integrado por las ingenieras Leda Lirio y Verónica Barrera, y la arquitecta Eliana Bernocco, del departamento de Química Analítica y Residuos Urbanos de la región Centro.
La directora de InWash, Victoria Cooper, trabajó codo a codo junto al equipo de trabajo y destacó: “El contacto con el INTI surgió porque necesitábamos desarrollar un sistema de reciclado de agua, principal insumo y recurso natural, para mitigar al máximo el impacto ambiental. En nuestro caso, habíamos desarrollado un sistema propio de recirculación, pero falló porque contaba solamente con una etapa física. Fue a partir del Voucher de Innovación, un programa de la Agencia Córdoba Innovar y Emprender junto a la organización UVITEC, que nos propusieron presentar un proyecto con un aliado estratégico, bajo la idea de fomentar la innovación abierta para resolver una necesidad. Para ello, el INTI propuso agregar una etapa química, lo que sin dudas contribuyó mucho al éxito del proyecto”.
“Estamos muy orgullosos de este desarrollo y profundamente agradecidos por el acompañamiento. No podríamos haberlo realizado sin la profesionalidad, compromiso y entusiasmo del equipo del INTI”, agregó Cooper.
¿Cómo funciona el sistema?
El agua utilizada en el lavado cae sobre rejillas y, así, arrastra impurezas hacia el sistema. Cuando se llena el tanque, una bomba dosifica un aditivo y el agua se mezcla y reposa, lo que permite la sedimentación de la mayoría de los sólidos.
El lodo se separa y el agua pasa por filtros de cuarzo y carbón, que ayudan a eliminar las impurezas más finas. Finalmente, el agua tratada se almacena con una dosis de cloro, lista para ser reutilizada.
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